Espacio de opinión de Canarias Ahora
Solo sé que no sé nada
La famosa frase de Sócrates me vino a la cabeza en la noche del 26 de mayo, después de que los resultados electorales estaban claros. Y no fue debido a los resultados en el Parlamento de Canarias que, aunque algunos agoreros decían que estas elecciones iban a ser el entierro de Coalición Canaria, yo sostenía que los 26 años de Gobierno de Canarias, de los que solo los dos primeros (de 1993 a 1995) lo hicieron con una mayoría justita de 31 diputados y los restantes 24 años, negociando unas veces con el PP y otras con el PSOE, y a veces en minoría, siempre han manejado el Gobierno de Canarias. Todo esto con el agravante de que Coalición Canaria nació como una coalición de partidos insularistas, de centro y de izquierdas. Un rebotallo difícil de explicar, pero que se ha mantenido unido, a pesar de los graves problemas por los que ha atravesado, hasta formar un partido único. Y es que el “know how” de Coalición Canaria, aprendido en tantos años, les da ventaja con respecto a los demás partidos, sobre todo, sobre el PP y PSOE.
Tampoco la célebre frase de Sócrates tenía nada que ver con los resultados al Cabildo de Gran Canaria. Era previsible el incremento de consejeros por parte del PSOE, por el efecto arrastre de Pedro Sánchez en las últimas generales y la flojera de Nueva Canaria, después de los pésimos resultados en las pasadas elecciones generales sobre todo en alguno de sus municipios señeros como Telde y Aguimes.
La famosa frase me vino a la cabeza después de ver los resultados electorales en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. Era previsible que el PSOE ganara algún concejal, pero no cuatro. El mismo alcalde Hidalgo, en su intervención la noche electoral, confesó que estaba sorprendido por los resultados tan favorables al PSOE en la ciudad. También era previsible la caída de Podemos, al igual que en todos los Ayuntamientos de España y que en los parlamentos regionales. No encuentro explicación al incremento de un concejal de Nueva Canaria, ya que el número de afiliados en Las Palmas de Gran Canaria sigue siendo muy bajo.
En la otra banda, tampoco encuentro explicación plausible a la caída del número de Concejales del PP, con Pepa Luzardo a la cabeza. Quiero recordar que en el 2003, la lista del PP al Ayuntamiento, encabezada por ella, obtuvo en nuestra ciudad 84.000 votos. Ahora la lista del PP ha obtenido 33.000 votos y 7 concejales (tres menos que en 2015 con 48.000 votos). Podría ser razonable la pérdida de 1 o 2 concejales, pero tres…
El caso de Ciudadanos es también una sorpresa, pero no solo en el Ayuntamiento, sino en el Cabildo de Gran Canaria y en el Parlamento. Era esperable que esta formación obtuviera entre 4 a 5 concejales en el Ayuntamiento, pero solo subió 1.500 votos y un concejal. La última sorpresa la recibí con la lista de la coalición electoral entre CC y Unidos, que encabezaba Nardy Barrios. Los votos de ambos partidos al Ayuntamiento de nuestra ciudad, yendo por separado en el 2015, sumaban 14.700, que hoy correspondería a 3 concejales. Pero la realidad fue que obtuvo 12.600 votos y solo dos concejales, los mismos que obtuvo en el 2015 Unidos por Gran Canaria.
Es evidente que los ciudadanos, cuando votan, ejercen su derecho a elegir a los partidos y personas que quieren les representen, pero tendrán que coincidir conmigo que después de las protestas, durante varios meses, de muchos sectores de la ciudad, y de varios barrios, por la suciedad en las calles, por las obras de la MetroGuagua y por la ubicación de carriles bici, no hacían predecir el resultado.
Quiero recordar las protestas de los vecinos de la calle Buenos Aires, cuando las eternas obras en 1º de Mayo, desviaron durante mucho meses todo el tráfico pesado que viene de la Ciudad Alta hacia la Autovía Marítima. Y la de los vecinos y comercios de la calle Néstor de la Torre, cuando todo el tráfico de la Avda. Mesa y López se desvió por ella, y les suprimieron los aparcamientos. Y la de los vecinos de San José, Reyes Católicos, Paseo de Chil, Francisco Gourie, etc., cuando se encontraron con unos carriles bici de la noche a la mañana sin haber sido consultados. Y las de Luis Morote por las obras interminables en ella.
La conclusión que saco es que o bien los ciudadanos de Las Palmas de Gran Canaria padecen amnesia o el efecto de la situación política en España y la Presidencia del Gobierno pesan mucho en nuestra capital.
Repasando las últimas elecciones municipales se puede observar que en 2003 gobernaba Aznar, y el PP obtuvo en Las Palmas de G.C., 84.000 votos por 51.000 el PSOE. En 2007 gobernada Zapatero y el PSOE obtuvo 70.000 por 61.000 el PP. En el 2011, últimos meses de Zapatero y situación caótica en España, que vaticinaba la victoria de Rajoy en noviembre por mayoría absoluta, el PP obtuvo 68.000 votos y el PSOE 36.000. En el 2015, gobernaba Rajoy y el PP obtuvo 48.000 y el PSOE 33.000. Pero ese mismo año fue el de la aparición de Podemos. Gracias a ellos y a sus seis concejales, el PSOE con el escaso número de votos y 7 concejales se hizo con el gobierno municipal en nuestra capital.
Este repaso a la situación nacional y a quien gobierna en España, y su efecto sobre los resultados en las elecciones municipales en Las Palmas de Gran Canaria, habrá que tenerse en cuenta a la hora de hacer predicciones sobre lo que puede pasar en nuestra ciudad, porque repito, los ciudadanos no tienen amnesia. Aunque yo solo sé que no sé nada.
La famosa frase de Sócrates me vino a la cabeza en la noche del 26 de mayo, después de que los resultados electorales estaban claros. Y no fue debido a los resultados en el Parlamento de Canarias que, aunque algunos agoreros decían que estas elecciones iban a ser el entierro de Coalición Canaria, yo sostenía que los 26 años de Gobierno de Canarias, de los que solo los dos primeros (de 1993 a 1995) lo hicieron con una mayoría justita de 31 diputados y los restantes 24 años, negociando unas veces con el PP y otras con el PSOE, y a veces en minoría, siempre han manejado el Gobierno de Canarias. Todo esto con el agravante de que Coalición Canaria nació como una coalición de partidos insularistas, de centro y de izquierdas. Un rebotallo difícil de explicar, pero que se ha mantenido unido, a pesar de los graves problemas por los que ha atravesado, hasta formar un partido único. Y es que el “know how” de Coalición Canaria, aprendido en tantos años, les da ventaja con respecto a los demás partidos, sobre todo, sobre el PP y PSOE.
Tampoco la célebre frase de Sócrates tenía nada que ver con los resultados al Cabildo de Gran Canaria. Era previsible el incremento de consejeros por parte del PSOE, por el efecto arrastre de Pedro Sánchez en las últimas generales y la flojera de Nueva Canaria, después de los pésimos resultados en las pasadas elecciones generales sobre todo en alguno de sus municipios señeros como Telde y Aguimes.