Espacio de opinión de Canarias Ahora
¡Qué suerte tienes, Leonor!
Este verano la dirección de tu nuevo colegio decidió subir la altura de los muros, dicen que pensaban hacerlo de todas formas, que no lo hicieron para protegerte. No quieren reconocer que lo hicieron para que los niños se crean los cuentos de los príncipes y las princesas, y como en esos cuentos aparecen siempre unos castillos de muros altos y barrotes, pues han puesto el colegio igual, para que te sientas una princesita en el castillo.
Es bueno que te sientas una niña normal, aunque ayer en la puerta del colegio te esperaban decenas de periodistas. La culpa es de tu madre que quedó con los viejos colegas para echarse un café después de dejarte en el cole y, claro, ellos aprovecharon y te hicieron unas fotitas y después escribieron unas crónicas cortesanas.
Que suerte la tuya, Leonor, tener unos padres con trabajo fijo que no les afecta la crisis económica y pueden matricularte en un colegio privado, laico y mixto, que cuesta un kilo al año. Imagínate si en vez de cerrar los bancos cierran el Palacio Real y llega la república y tus papis se hubieran quedado sin empleo. Como vives en Madrid a lo mejor te hubiera tocado el colegio público Cristóbal Colón, que este año también tuvo periodistas en la puerta. Resulta que Esperanza Aguirre creía que este colegio estaba demasiado bien para los niños gitanos, y decidió mandar a sus antiguos alumnos a un colegio más pequeño, y dejar el grande para los payos. Esperanza intercambió los nombres de los colegios pensando que los gitanos son tontos y no se iban a dar cuenta, y resulta que ayer comenzó el curso con una manifestación de protesta de los padres, que quieren que sus hijos estén en el colegio del curso pasado. A la hora del recreo unos padres rebeldes acudieron al antiguo colegio y sacaron a sus hijos al patio, y el director del centro mandó que la Policía Nacional los echara del colegio. Así que los niñitos gitanos no sonrieron a las cámaras de los periodistas ni les dijeron “hoy empiezo en el colegio de mayores”, no, los niñitos se echaron a llorar porque no entendían la bronca entre los mayores por culpa del racismo del gobierno de Esperanza Aguirre. ¡Qué suerte tienes, Leonor!
Juan GarcÃa Luján
Este verano la dirección de tu nuevo colegio decidió subir la altura de los muros, dicen que pensaban hacerlo de todas formas, que no lo hicieron para protegerte. No quieren reconocer que lo hicieron para que los niños se crean los cuentos de los príncipes y las princesas, y como en esos cuentos aparecen siempre unos castillos de muros altos y barrotes, pues han puesto el colegio igual, para que te sientas una princesita en el castillo.
Es bueno que te sientas una niña normal, aunque ayer en la puerta del colegio te esperaban decenas de periodistas. La culpa es de tu madre que quedó con los viejos colegas para echarse un café después de dejarte en el cole y, claro, ellos aprovecharon y te hicieron unas fotitas y después escribieron unas crónicas cortesanas.