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Tiburón, tiburón
¿Han visto alguna vez un tiburón cerca de la costa? Seguramente que no, pero antiguamente era mucho más común que hoy en día. Por ejemplo, el capitán Hook durante sus viajes por el Océano Pacífico en el siglo XVIII se asombraba de la gran cantidad de tiburones que había en los arrecifes de las islas oceánicas. En la actualidad, queda un número reducido de islas recónditas donde se puedan ver muchos tiburones en aguas pocas profundas. Sin embargo, ésta no debería ser la excepción porque los tiburones son uno de los depredadores más importantes en el medio marino.
En la actualidad, un gran porcentaje de los tiburones se encuentran amenazados por la sobrepesca e incluso algunas especies han sido esquilmadas de un gran número de áreas costeras debido a esta presión. En los últimos años debido a la gran demanda de productos comercializados de tiburones, como las aletas, se ha producido un empeoramiento de esta situación. Pero además de cuestiones gastronómicas, los tiburones han sufrido también una persecución feroz al haber sido etiquetados como animales extremadamente peligrosos y que llegan a producir muertes a bañistas todos los años en varias zonas del planeta. Sin embargo, el número de ataques mortales de tiburones a personas es inferior a 40 en los últimos años, irrisorio con respecto a las víctimas que producen otras especies consideradas más inofensivas, a priori para el hombre como el búfalo africano, la medusa australiana o el elefante.
El gran problema sobre la desaparición de los tiburones en el mar es que conlleva una serie de consecuencias que repercuten en la cadena trófica del medio marino, debido a que se han eliminado uno de los principales depredadores que existen en condiciones naturales. En zonas donde la presión pesquera es muy elevada, se dirigen los esfuerzos a capturar otras especies de peces de gran tamaño, que se encuentran en el mismo escalón trófico que los tiburones, como por ejemplo, los meros. Al final, los depredadores o incluso de peces con una cierta talla desaparecen del mar por la presión pesquera y sólo se quedan representadas aquellas especies pequeñas de crecimiento rápido, que pueden colonizar fácilmente cualquier lugar en ausencia de sus depredadores naturales.
Les invito a comprobarlo de forma sencilla, el día que vayan a la costa, acérquense a un fondo rocoso y durante unos 5 minutos cuenten todos los peces que puedan ver.
¿Cuántos vieron? ¿Cuatro, cinco? ¿Más de treinta?
¿Cuántos de ellos son más grandes que la palma de su mano?
¿Algún tiburón entre ellos?
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