Canarias Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

Transparencia retroactiva

Lo digo porque junto a esta noticia figuraba la información de que aún colea la muy opaca venta, en 1993, de Emalsa, la compañía del agua. Se hizo por concurso que ganó Saur-Unelco y una de las perdedoras (Aquagest, hoy Canaragua) recurrió el fallo.La cosa se urdió con los alcaldes time sharing y Mauricio, que comenzaba a hablar francés, de maestro de ceremonias. Aquagest obtuvo sentencia favorable en 1996 y tocó ejecutar la sentencia a Soria, quien durante la campaña habló de desprivatizar a Emalsa, devolviéndola al Ayuntamiento. Es fama que el macho disponía de un informe que, ya de alcalde, metió en el armario para ratificar a Saur-Unelco. Pero no lo cerró bien y Aquagest interpuso nuevo recurso: el que está a punto de fallarse con grave riesgo de que el Ayuntamiento tenga que alijar una indemnización milmillonaria. No entraré en detalles. Sólo les diré lo sustancial (y sustancioso) de un dictamen de Juan García Boza, catedrático de Economía Financiera, fechado el 22 de noviembre de 2006, a solicitud del tribunal. Contiene un análisis comparativo de la oferta ganadora y la perdedora sobre cuatro puntos fundamentales. Si la oferta de Aquagest suponía una mejora para la corporación de 3.402,41 millones, por 0 pesetas la de Saur-Unelco, el resultado inmediato de la adjudicación para la caja pública daba un superávit de 1.134,60 millones a Aquagest frente a un déficit con Saur-Unelco de 1.468,81 millones.El tercer y cuarto punto fueron la comparación financiera de ambas ofertas, una con homogeneización y otra sin ella. En la primera, el superávit con Aquagest sería de 1.933,60 millones y el déficit con Saur-Unelco alcanzaría los 1.468,81 millones; en la segunda, 1.134,60 millones de superávit con la perdedora y 1.468,81 de déficit con la ganadora. Concluye García Boza que la oferta de Aquagest-Canaragua arrojaba “un claro y alto beneficio” para el municipio.Según estos números, el fallo del concurso fue contrario a los intereses públicos, que todavía pueden perjudicarse más. Por eso pregunto si la transparencia es retroactiva, si la retroactivará el que gran retroactivador será; o si se aplicará el principio de impunidad de los gestores públicos.

Lo digo porque junto a esta noticia figuraba la información de que aún colea la muy opaca venta, en 1993, de Emalsa, la compañía del agua. Se hizo por concurso que ganó Saur-Unelco y una de las perdedoras (Aquagest, hoy Canaragua) recurrió el fallo.La cosa se urdió con los alcaldes time sharing y Mauricio, que comenzaba a hablar francés, de maestro de ceremonias. Aquagest obtuvo sentencia favorable en 1996 y tocó ejecutar la sentencia a Soria, quien durante la campaña habló de desprivatizar a Emalsa, devolviéndola al Ayuntamiento. Es fama que el macho disponía de un informe que, ya de alcalde, metió en el armario para ratificar a Saur-Unelco. Pero no lo cerró bien y Aquagest interpuso nuevo recurso: el que está a punto de fallarse con grave riesgo de que el Ayuntamiento tenga que alijar una indemnización milmillonaria. No entraré en detalles. Sólo les diré lo sustancial (y sustancioso) de un dictamen de Juan García Boza, catedrático de Economía Financiera, fechado el 22 de noviembre de 2006, a solicitud del tribunal. Contiene un análisis comparativo de la oferta ganadora y la perdedora sobre cuatro puntos fundamentales. Si la oferta de Aquagest suponía una mejora para la corporación de 3.402,41 millones, por 0 pesetas la de Saur-Unelco, el resultado inmediato de la adjudicación para la caja pública daba un superávit de 1.134,60 millones a Aquagest frente a un déficit con Saur-Unelco de 1.468,81 millones.El tercer y cuarto punto fueron la comparación financiera de ambas ofertas, una con homogeneización y otra sin ella. En la primera, el superávit con Aquagest sería de 1.933,60 millones y el déficit con Saur-Unelco alcanzaría los 1.468,81 millones; en la segunda, 1.134,60 millones de superávit con la perdedora y 1.468,81 de déficit con la ganadora. Concluye García Boza que la oferta de Aquagest-Canaragua arrojaba “un claro y alto beneficio” para el municipio.Según estos números, el fallo del concurso fue contrario a los intereses públicos, que todavía pueden perjudicarse más. Por eso pregunto si la transparencia es retroactiva, si la retroactivará el que gran retroactivador será; o si se aplicará el principio de impunidad de los gestores públicos.