Espacio de opinión de Canarias Ahora
¿Turismo de masas sostenible?
Desde La Palma, los promotores de un proceso de turistificación hacia una isla para el turismo, han visto el 20 A como una protesta ciudadana que nada tiene que ver con la isla actualmente ni en el futuro. Por eso, en la primera quincena de mayo, han aprobado una moción institucional en el pleno del Cabildo y han celebrado la mesa de seguimiento del Pacto del turismo para reafirmarse en la continuidad de lo pactado, argumentando que si “Canarias tiene un Límite” en el desarrollo turístico de otras islas, en La Palma ese límite no existe porque no se da actualmente una masificación en el sector, cierto, pero añaden que tampoco lo habrá en el futuro, porque la propuesta del Cabildo y empresarios lleva consigo una especie de varita mágica que denominan “sostenibilidad turística integral” que tiene la extraordinaria facultad de ampliar la capacidad de carga hasta límites insospechados, así que, en esta isla lo de la biosfera finita y los límites físicos de un espacio geográfico insular son un cuento.
Ahora parece que todo se arregla si es sostenible. Se ha convertido hace tiempo en una moda y, ese es el problema, que los poderes económicos con la colaboración necesaria de los grupos de gobierno local, en su afán desmedido de enriquecimiento sin límite y principales responsables de la degradación medioambiental y del cambio climático antropogénico, para poder continuar con su modelo extractivista y contaminante, uno de sus objetivos prioritarios, es el de disfrazarse de verde, de sostenible, y eso es lo que estamos viendo y para ese demagógico camuflaje no les falta recursos económicos para diseñar agresivas y potentes campañas publicitarias que confunden y engañan a la ciudadanía. Y, algo de esto, como una variante local del greenwashing (lavado verde) es lo que estamos observando en la propuesta de desarrollo turístico en La Palma.
En la isla no hay una situación actual de masificación turística y que el movimiento ciudadano no rechaza el turismo, es al modelo turístico que quieren implantar en la isla, que va a enriquecer a unos pocos, degrada el territorio y empobrece a la población residente, por lo tanto, se falta a la verdad cuando se dice que estamos promoviendo la turismofobia. Somos conscientes de que este sector es y, debe ser, uno de los pilares de la economía insular pero rechazamos la propuesta que están incubando en el pacto del turismo, la de un parque temático, convertir a La Palma en una isla para el turismo, sin tener en cuenta que aquí vive gente y quiere seguir viviendo en ella sin perder calidad de vida que es lo que está ocurriendo ya en otras islas, de ahí el amplio consenso social en torno al rechazo a ese modelo el 20 A.
¿Qué dicen los promotores de la propuesta del sector?
En lugar de haber aprovechado la reciente crisis volcánica del Tajogaite como oportunidad para un nuevo modelo diferente del que ha colapsado en otras islas, han apostado por actualizar las infraestructuras turísticas del modelo desarrollista de hace más de treinta años, porque este sector, dicen, es el único que puede crecer y debe poner rumbo para convertirse en el motor económico de la isla, insistiendo de forma reiterada que no nos preocupemos porque su modelo es el del turismo sostenible y que nada tiene que ver con el de las islas orientales, Tenerife y Gran Canaria, pero hasta ahora no hemos encontrado en sus declaraciones o en los documentos publicados ninguna descripción de lo que entienden por turismo sostenible. Revisemos algunos documentos y declaraciones públicas a ver qué encontramos.
Pacto del turismo
Este pacto es una iniciativa del CIT y el sector empresarial que se lo presentan a las formaciones políticas un mes antes de las pasadas elecciones locales del 28 de mayo 2023, sin un debate ciudadano, para marcarles la agenda del desarrollo turístico a las organizaciones políticas que iban a estar en los gobiernos locales de la isla los próximos cuatro años.
Al analizar el texto de dicho pacto se observa que pretenden un imposible, la sostenibilidad del modelo turístico de masas. Para un turismo que basa el éxito en el incremento permanente de visitantes, la sostenibilidad termina donde empiezan sus intereses, porque su objetivo es hacer caja, nunca podrá ser sostenible y no tenemos que esperar para ver como el cabildo consigue ese milagro, lo podemos tocar y ver con lo que está pasando en Lanzarote que ya recibe, en los últimos años, algo más de tres millones de turistas al año (en La Palma unos 250.000) y la población conejera bajo el umbral de pobreza se ha duplicado entre el 2001 y 2018 y, en general, una pérdida de calidad de vida de la población residente. Los datos no mienten pertenecen a una publicación del Cabildo de Lanzarote (“Visiones de la historia del turismo en Lanzarote”, página 123).
Cuando tanta gente sale a la calle en Arrecife el pasado 20 de abril, expresando el rechazo a un modelo turístico que les está perjudicando a su vida, al mismo tiempo que dejan claro que no están en contra del turismo, su oposición es al modelo que enriquece a unos pocos mientras empobrece y precariza la vida de los residentes, además del impacto territorial.
En general, a lo largo de las páginas del texto del pacto, es todo un esfuerzo permanente de lavado verde (greenwashing), desde el primer momento hablan de que su modelo turístico va más allá de los aspectos económico, medioambiental y social de la concepción convencional de sostenibilidad e introducen el término sostenibilidad turística integral para incluir otros aspectos como el cultural, territorial, tecnológico, participativos, etc. Pero cuando terminamos de leerlo hay un silencio que deja al descubierto las costuras de una sostenibilidad de boquilla, porque no hay ni una sola referencia al reto del cambio climático cuando la institución insular ya había declarado, hace más de cuatro años (20-02-2020), la emergencia climática en la isla. ¿Cómo es posible que con tanta referencia verde se hayan olvidado de uno de los mayores problemas que tiene hoy el planeta al que las islas son los espacios geográficos más vulnerables? Su sostenibilidad hace aguas por todas partes y es un peligro para el futuro de la isla.
Moción institucional para la defensa del desarrollo turístico sostenible
Este es el título de una moción institucional aprobada (CC, PP y PSC) en la sesión plenaria del Cabildo el pasado 9 de mayo. Se continúa con la procesión del turismo sostenible pero sin explicar en qué consiste. En este sentido, queremos que demuestren la compatibilidad medioambiental, por ejemplo:
- De un hotel balneario de lujo con unas 80 piscinas para que los turistas ricos se pongan de remojo en verano con el agua que no tenemos para la agricultura.
- De un campo de golf que, además del agua, va a destruir suelo agrícola y ganadero cuando se incrementa nuestra dependencia agroalimentaria de productos que podemos cultivar en la isla en detrimento de la seguridad alimentaria y las economías locales.
- Del asfaltado de la pista de acceso al Monumento Natural de los Volcanes del Teneguía con un presupuesto financiado por la Fundación Canaria Reserva de la Biosfera La Palma. Creo que por aquí hay alguna confusión con los objetivos de una entidad que debería dedicarse a la protección de los valores del patrimonio natural.
- De la celebración de la Mesa Insular de la Sequía, pocos días después, de haber declarado de interés insular el Hotel balneario de lujo La Dichosa en Las Manchas.
- De la construcción de una desaladora en Fuencaliente cuando en el canal LP-1 (Barlovento-Fuencaliente y en las redes del abasto municipal de aguas se pierde entre un 40 y 50%.
Si se deja de hacer demagogia con el término sostenible y tenemos en cuenta, además, las dos principales lecciones de la crisis sanitaria de la pandemia, en el sentido de la revalorización de lo que está cerca, lo local, y de los servicios públicos esenciales, para abordar la viabilidad medioambiental de estas infraestructuras, nos llevaría a cuestionar su construcción y orientar el desarrollo económico de La Palma hacia un nuevo modelo de isla porque nos encontramos en un espacio insular vulnerable y en una emergencia hídrica y climática.
Turismo somos todos
“Turismo somos todos” es una campaña del CIT Tedote en los centros educativos de la isla que acaba su X edición en el presente curso. Su objetivo es que la juventud palmera aprenda a ser educados y amables para tratar bien al turista. Hasta aquí todo bien, una campaña fomentando la educación y el respeto que ya son objetivos que están recogido en las programaciones escolares.
Pero, la perspectiva de esta inofensiva campaña cambia cuando el lema “Turismo somos todos” forma parte de un proceso de turistificación de la isla, entendida como estrategia global de ordenación territorial, con la ley de las islas verdes en la mano, para dar viabilidad económica a las inversiones y que el sector se convierta en el motor de la economía insular, es decir, una isla para el turismo, un parque temático y, en ese contexto, la amabilidad de la población local se instrumentaliza para no espantar a los clientes de los que depende el negocio de unos pocos, mientras la isla con sus paisajes es el decorado y el escenario de la película, donde la población residente, además de hacer de extras, se encarga de los servicios y, también, de recoger la basura, mientras la caja se la llevan los de fuera. No es una apreciación subjetiva, es lo que ya está ocurriendo en otras islas y que se ha rechazado el 20 A. Lo más grave de todo esto es, que estando a tiempo en La Palma para cambiar de modelo, no se está aprendiendo de los problemas que tiene este sector en Canarias.
Mesa de seguimiento del Pacto
Una puesta en escena más de los firmantes del Pacto del turismo para no decir nada nuevo, que van a continuar con las declaraciones de interés insular de más infraestructuras. Después de las grandes movilizaciones del 20 A en todas las islas, deberían haber aprovechado la reunión para replantearse su propuesta de desarrollo turístico, pero no hay valentía política para romper con un modelo económico que destruye el territorio y genera desigualdad social. En este sentido, no me canso de recomendarles el informe, “La Palma Posible” con el subtítulo -Creando un futuro sostenible para la isla- (https://zenodo.org/records/10352366) que les viene como anillo al dedo, que algo les puede aportar cuando han participado las dos universidades canarias, elaborado en Los Llanos de Aridane el verano de 2023, en el marco de un seminario de formación de agentes de sostenibilidad global, organizado por el Laboratorio de Sostenibilidad de Nueva York.
Un documento oportuno y adecuado para que comparen este informe con lo que están planificando en el sector y comprobarán que la sostenibilidad es otra cosa muy diferente y, con respecto al turismo, hablan de turismo regenerativo, que potencie el desarrollo de las economías locales y termina el coordinador americano del seminario, Michael Ben-Eli, después de haber comprobado las bellezas de la isla y sus potencialidades, con un ruego, … por favor, no conviertan a La Palma en algo de lo que todo el mundo está huyendo… Ha dejado un mensaje claro que ninguno de los firmantes del Pacto ha escuchado, por aquello de que, el mejor sordo es el que no quiere oír. Sabiendo que el Cabildo colaboró con el evento, estuvo en la inauguración y clausura del seminario y en la presentación online del informe La Palma Posible.
Al respecto quiero contar lo que me pasó en la presentación online el 31 de enero 24 de dicho informe: desde el primer momento en que empiezan los ponentes formulo la siguiente pregunta dirigida a Michael Ben-Eli.
¿Las grandes infraestructuras de la propuesta de desarrollo turístico del Cabildo para la isla como el campo de golf de La Pavona en Breña Alta, que destruye suelo de interés agroganadero y el agua que no tiene la agricultura, cabe en el marco de la sostenibilidad que vertebra todo el informe de La Palma Posible?, o formulada de otra manera: ¿La sostenibilidad que abandera el Pacto del turismo es la misma sostenibilidad que la del informe La Palma Posible?
Al darle al clic para activar la pregunta se bloqueaba, no entraba, ¿me habré equivocado?, pensé, vuelvo a formularla, pero no había manera, envío mensaje informando de la incidencia que entra sin ningún problema, y me contestan que insistiera … y cuando al final, entra la pregunta ya se había acabado el tiempo para las repuestas. Sin comentarios.
¿Qué proponemos?
Puesto que la actitud del cabildo de La Palma frente al 20 A ha sido la de reafirmación en el Pacto del turismo proponemos lo siguiente:
1.-Concretar el modelo de isla que queremos para el futuro de La Palma y no determinarlo desde el sector turístico para convertir la isla en un parque temático como se está haciendo. Un procedimiento antidemocrático porque se ha impuesto un modelo de isla desde la planificación de un sector.
2.-A partir del modelo de isla consensuado es cuando toca las planificaciones sectoriales que lo desarrolla, turismo, agricultura, energía, movilidad, agua, residuos, vivienda, ciencia, cultura, … De tal manera, que cada sector contribuye, desde su ámbito, a dotar de contenidos dicho modelo. ¿Por qué no se ha hecho así? Porque el poder económico quiere actuar libremente, sin condicionantes.
3.-Un desarrollo sectorial equilibrado que contribuya a frenar la extracción permanente de rentas hacia fuera, diversifique la economía desde un aprovechamiento sustentable del territorio y sus recursos y que cree riqueza y empleo local.
4.-Un turismo regenerativo, como propone el informe La Palma Posible, en el sentido de potenciar el desarrollo de las iniciativas económicas locales, priorizando los proyectos de cooperación comunitaria con el desarrollo de los recursos del entorno a través de la agroecología para la soberanía alimentaria y energética.
5.-Dejar atrás el insostenible modelo desarrollista y contextualizar la planificación insular del nuevo modelo de isla en el siglo XXI, convirtiendo en oportunidades las crisis sanitaria, climática y volcánica.
6.-Acelerar la descarbonización de la economía palmera siguiendo la agenda de la transición energética del proyecto europeo de Energía limpia para todas las islas, de acuerdo con la declaración de emergencia climática del Cabildo del 20 de febrero de 2020.
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