Espacio de opinión de Canarias Ahora
La Unión Deportiva y su lucha por la salvación
Posiblemente asegurando los puntos de los cinco que quedan por disputar en el Gran Canaria podría valer para asegurar la permanencia, pero eso es pura teoría, que luego llega la práctica y te da un susto tremendo por el mes de junio. Es posible que ganándole en casa al Tenerife, Alavés, Castellón, Ejido y Xeréz se eluda el descenso, pero vamos a no jugar con fuego. Me apunto a las declaraciones de Christian Fernández, autor del segundo gol amarillo el pasado sábado, afirmando que es muy duro estar tanto tiempo metido en la parte baja de la clasificación y que ya era hora de aprovechando el resultado con el Cádiz poner toda la carne en el asador para salir ya hacia arriba. Lo que parece claro es que con Juan Manuel Rodríguez el balance hay que considerarlo como positivo, la única guinda que hace falta son tres puntos fuera de casa para empezar a consolidar posiciones en zona más tranquila.
Por eso que una victoria frente al Granada aunque una perogrullada característica de las frases deportivas, en este caso se me antoja importante de cara al siguiente encuentro con el Tenerife en el Gran Canaria. Conseguir esos seis puntos sería una gran hazaña, pero primero los tres contra el conjunto andaluz, para esperar al Tenerife con más moral. Repasando mi archivo, y en honor a El Correillo que dirige en Canarias Ahora Radio Juan García Luján, he rememorado el segundo ascenso de la Unión Deportiva a Primera División conseguido precisamente en Santa Cruz de Tenerife el 25 de abril de 1954. De ese inolvidable viaje con mis padres en el “Viera y Clavijo”, y el empate a cero goles en el “Heliodoro”, que todavía se llamaba Estadio del Tenerife, les relataré con más detalle en un próximo artículo. Sólo les adelantaré que mis mejores recuerdos de mi primer viaje a Tenerife, aparte el partido emocionante, fue la vuelta en el “correillo” el domingo por la noche, con una fiesta y un jolgorio que no se pueden imaginar. Empatar con el Tenerife en su casa y subir por segunda vez a Primera División fue motivo de una alegría desbordada.
Posiblemente asegurando los puntos de los cinco que quedan por disputar en el Gran Canaria podría valer para asegurar la permanencia, pero eso es pura teoría, que luego llega la práctica y te da un susto tremendo por el mes de junio. Es posible que ganándole en casa al Tenerife, Alavés, Castellón, Ejido y Xeréz se eluda el descenso, pero vamos a no jugar con fuego. Me apunto a las declaraciones de Christian Fernández, autor del segundo gol amarillo el pasado sábado, afirmando que es muy duro estar tanto tiempo metido en la parte baja de la clasificación y que ya era hora de aprovechando el resultado con el Cádiz poner toda la carne en el asador para salir ya hacia arriba. Lo que parece claro es que con Juan Manuel Rodríguez el balance hay que considerarlo como positivo, la única guinda que hace falta son tres puntos fuera de casa para empezar a consolidar posiciones en zona más tranquila.
Por eso que una victoria frente al Granada aunque una perogrullada característica de las frases deportivas, en este caso se me antoja importante de cara al siguiente encuentro con el Tenerife en el Gran Canaria. Conseguir esos seis puntos sería una gran hazaña, pero primero los tres contra el conjunto andaluz, para esperar al Tenerife con más moral. Repasando mi archivo, y en honor a El Correillo que dirige en Canarias Ahora Radio Juan García Luján, he rememorado el segundo ascenso de la Unión Deportiva a Primera División conseguido precisamente en Santa Cruz de Tenerife el 25 de abril de 1954. De ese inolvidable viaje con mis padres en el “Viera y Clavijo”, y el empate a cero goles en el “Heliodoro”, que todavía se llamaba Estadio del Tenerife, les relataré con más detalle en un próximo artículo. Sólo les adelantaré que mis mejores recuerdos de mi primer viaje a Tenerife, aparte el partido emocionante, fue la vuelta en el “correillo” el domingo por la noche, con una fiesta y un jolgorio que no se pueden imaginar. Empatar con el Tenerife en su casa y subir por segunda vez a Primera División fue motivo de una alegría desbordada.