Espacio de opinión de Canarias Ahora
Vaya par de machotes
El líder de la derecha española ha estado mucho tiempo callado (excepto el mensaje de apoyo al alcalde de Valladolid), esperando ver pasar el cadáver de Zapatero por delante de su casa, pero finalmente ha sucumbido a una entrevista larga en El País donde ha dado un repaso a todo su ideario político.
El aborto que su partido no cambió en dos legislaturas de gobierno ya no le gusta. Mientras gobernó con Aznar no se dio cuenta. Es que ocho años pasan muy pronto, tanto que a Rajoy no le ha salido una cana en su cabello, aunque se les haya multiplicado en su barba.
Rajoy no hizo caso a su asesor de cabecera, que le había indicado que ejerciera de don Tancredo, que se callara, que se hiciera el loco, que no dijera ni mu mientras las encuestas les siguieran siendo propicias al tiempo que hundía a los socialistas.
Y así fue. Rajoy se calló y fue ganando puntos a Zapatero. Hasta ahora, que con la entrevista ha empezado de nuevo a recular. De entrada se ha quedado sin los votos de las abortistas y los homosexuales conservadores al volver a la derecha reaccionaria e intransigente.
La mayoría de la gente está ubicada ideológicamente en el centro, donde la gran clase media mira con desconfianza a derecha e izquierda. Rajoy es menos cretino que Berlusconi, aunque en el fondo piense lo mismo que el italiano en los grandes asuntos de Estado.
Si Rajoy quiere ganar las próximas elecciones debe seguir a pies juntillas los consejos de sus asesores y quedarse más mudo que Harpo Marx. Sin embargo, todos sabemos que eso será imposible. Si ya ha concedido una gran entrevista al periódico gubernamental, por más razón tendrá que ceder ante la prensa de la derecha, desde la más liberal a la más carcamal.
El pobre Mariano lo tiene crudo, a no ser que alguien le ponga un bozal en su boca para sellarla hasta los próximos comicios.
El líder de la derecha española ha estado mucho tiempo callado (excepto el mensaje de apoyo al alcalde de Valladolid), esperando ver pasar el cadáver de Zapatero por delante de su casa, pero finalmente ha sucumbido a una entrevista larga en El País donde ha dado un repaso a todo su ideario político.
El aborto que su partido no cambió en dos legislaturas de gobierno ya no le gusta. Mientras gobernó con Aznar no se dio cuenta. Es que ocho años pasan muy pronto, tanto que a Rajoy no le ha salido una cana en su cabello, aunque se les haya multiplicado en su barba.