Espacio de opinión de Canarias Ahora
¿Verdad o consecuencia?
Oramas, que llama godo a López Aguilar y desquiciado a Santiago Pérez, está contenta de que el socialista Patxi López pueda ser el nuevo lehendakari. Ella quiere que en Canarias gobiernen los nacionalistas con los populares, pero prefiere que en Euskadi lo hagan los socialistas con el apoyo del PP.
Rosa Díez, la vecina de escaño (o de pupitre) de Ana Oramas, se ha quedado finalmente sin peso en el parlamento vasco, pero hasta el final quiso que el último escaño que bailaba con el voto exterior se lo llevaran los nacionalistas de Eusko Alkartasuna, en vez de los socialistas, para que su escaño fuera decisivo. La antinacionalista vasca por excelencia prefería que el último escaño fuera adjudicado a los que ella llama nacionalistas radicales con el fin de que el PSE contara con su nuevo partido a la hora de formar gobierno.
El PNV ganó las elecciones en Euskadi, pero el PSE se ha atribuido la victoria a pesar de quedar a cinco escaños de los nacionalistas vascos. PSOE y PP no se pueden ver en Canarias, Galicia y España, pero se quieren mucho en el País Vasco.
Los mismos socialistas que reclaman para sí la victoria en Canarias, al ser el partido más votado, se la hurtan al PNV, que es el primero en Euskadi. En los últimos cuatro años en Galicia han gobernado los socialistas con los nacionalistas, en contra del mayoritario PP. Ahora el PSOE quiere gobernar Euskadi con el apoyo de los populares y marginando a los nacionalistas.
Los socialistas y los populares canarios son antitéticos y se echan los trastos en las islas, hasta el punto de acusarse mutuamente de delincuentes e impresentables, pero en Euskadi, con tal de cargarse al PNV, son capaces de obviar evidentes incompatibilidades, vender su alma al diablo y comer lentejas en el mismo plato.
Los populares canarios pactan aquí con los nacionalistas y echan pestes de los socialistas, mientras que en Euskadi rechazan a los nacionalistas y quieren pactar con los socialistas.
La política española, canaria, gallega y vasca parece un capítulo ininteligible, abstruso y surrealista de la serie televisiva Enredo. Si de algo pueden presumir los políticos es de incoherencia.
Oramas, que llama godo a López Aguilar y desquiciado a Santiago Pérez, está contenta de que el socialista Patxi López pueda ser el nuevo lehendakari. Ella quiere que en Canarias gobiernen los nacionalistas con los populares, pero prefiere que en Euskadi lo hagan los socialistas con el apoyo del PP.
Rosa Díez, la vecina de escaño (o de pupitre) de Ana Oramas, se ha quedado finalmente sin peso en el parlamento vasco, pero hasta el final quiso que el último escaño que bailaba con el voto exterior se lo llevaran los nacionalistas de Eusko Alkartasuna, en vez de los socialistas, para que su escaño fuera decisivo. La antinacionalista vasca por excelencia prefería que el último escaño fuera adjudicado a los que ella llama nacionalistas radicales con el fin de que el PSE contara con su nuevo partido a la hora de formar gobierno.