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Victoria Casas le gana otra a Lucas Bravo

Este es el segundo varapalo judicial que se lleva Lucas Bravo. En la anterior los magistrados absolvieron a Victoria Casas al considerar que no vulneró el derecho al honor del alcalde de Santa Brígida. En esta primera sentencia que también perdió Bravo de Laguna (hijo) se refería en concreto al caso Brisan de investigación de la corrupción en el Ayuntamiento de Santa Brígida por parte del Equipo contra el Crimen Organizado (ECO) de la Guardia Civil, y que todavía siguen investigando y lleva adelante el Juzgado de Instrucción número 1 de Las Palmas de Gran Canaria. En este auto, también contrario a Lucas Bravo, se decía entre otras cosas que “las críticas vertidas por los internautas a los demandantes lo son por su razón de sus cargos públicos y por tanto sometidos a una mayor exposición o escrutinio público y se producen durante los meses de enero y febrero de 2008 tras haber acontecido la llamada Operación Brisan (?.) con la consiguiente indignación conmoción e indignación social y antes de las elecciones generales de marzo de 2008 con el consiguiente enconamiento del debate político”, decía el primer auto también perdido por Lucas Bravo.

Lucas Bravo pone un circo a Santa Brígida y le crecen los enanos. El pequeño führer, como le conocen muchos vecinos del municipio satauteño, arremete hasta contra su sombra, porque sospecha incluso de su sombra. Ha insultado a diestro y siniestro, es un misógino reconocido que siempre ataca a las mujeres incluso en los plenos del Ayuntamiento, como han sido los casos de Victoria Casas, Dominica Fernández y Guadalupe del Rio. La prueba del nueve de su misoginia es que esta última, Guadalupe del Rio, era concejala del Partido Popular, compañera suya, pero que acabó marchándose del PP, y ahora en las próximas elecciones de mayo se presenta con una nueva formación política, Cambio por Satautejo, que le dará más de un dolor de cabeza a Bravo de Laguna (hijo). Pero aparte de misógino ha entrado en los últimos tiempo en la espiral de la paranoia, de la esquizofrenia política, y tiene pleitos y tensiones por todas las esquinas de Santa Brígida. De los líos del mamotreto que todavía quedan capítulos por escribir e investigar, ahora surge uno nuevo con un supermercado que quieren instalar en El Palmeral y que ha suscitado grandes tensiones con los comerciantes del casco de la villa, y por si fuera poco ha tenido enfrentamientos con la Asociación Drago, y ha llegado a exigir que le informen que leen sus asociados, queriendo hacer una censura de libros, y teniendo con el presidente de Drago, José Armengol, sus más y sus menos. El Alcalde llegó a acusar a Armengol que en el Club Drago se podían estar haciendo lecturas de libros pornográficos, y que sospechaba que era un nido de rojos. Un lenguaje propio de la época de la dictadura franquista. Con este asunto le salió el rejo de “pequeño führer”que lleva dentro. Otra de sus famosas alcaldadas fue en plena vía pública hace poco tiempo, cuando al pasar un concejal socialista con dos compañeros, Lucas Bravo exclamó: “ahí van las ratas del pueblo”.

Ahora está más esquizofrénico desde un punto de vista político que nunca, porque está viendo que no le va a ser tan fácil ganar de nuevo la alcaldía al surgir competidores como Lucas Tejera (PSOE), José Luis Álamo (Nueva Canarias), Alvaro Pérez (CC), y la propia Guadalupe del Rio (Cambio por Satautejo), que podría ser la horma de su zapato y quitarle también bastantes votos.

Este es el segundo varapalo judicial que se lleva Lucas Bravo. En la anterior los magistrados absolvieron a Victoria Casas al considerar que no vulneró el derecho al honor del alcalde de Santa Brígida. En esta primera sentencia que también perdió Bravo de Laguna (hijo) se refería en concreto al caso Brisan de investigación de la corrupción en el Ayuntamiento de Santa Brígida por parte del Equipo contra el Crimen Organizado (ECO) de la Guardia Civil, y que todavía siguen investigando y lleva adelante el Juzgado de Instrucción número 1 de Las Palmas de Gran Canaria. En este auto, también contrario a Lucas Bravo, se decía entre otras cosas que “las críticas vertidas por los internautas a los demandantes lo son por su razón de sus cargos públicos y por tanto sometidos a una mayor exposición o escrutinio público y se producen durante los meses de enero y febrero de 2008 tras haber acontecido la llamada Operación Brisan (?.) con la consiguiente indignación conmoción e indignación social y antes de las elecciones generales de marzo de 2008 con el consiguiente enconamiento del debate político”, decía el primer auto también perdido por Lucas Bravo.

Lucas Bravo pone un circo a Santa Brígida y le crecen los enanos. El pequeño führer, como le conocen muchos vecinos del municipio satauteño, arremete hasta contra su sombra, porque sospecha incluso de su sombra. Ha insultado a diestro y siniestro, es un misógino reconocido que siempre ataca a las mujeres incluso en los plenos del Ayuntamiento, como han sido los casos de Victoria Casas, Dominica Fernández y Guadalupe del Rio. La prueba del nueve de su misoginia es que esta última, Guadalupe del Rio, era concejala del Partido Popular, compañera suya, pero que acabó marchándose del PP, y ahora en las próximas elecciones de mayo se presenta con una nueva formación política, Cambio por Satautejo, que le dará más de un dolor de cabeza a Bravo de Laguna (hijo). Pero aparte de misógino ha entrado en los últimos tiempo en la espiral de la paranoia, de la esquizofrenia política, y tiene pleitos y tensiones por todas las esquinas de Santa Brígida. De los líos del mamotreto que todavía quedan capítulos por escribir e investigar, ahora surge uno nuevo con un supermercado que quieren instalar en El Palmeral y que ha suscitado grandes tensiones con los comerciantes del casco de la villa, y por si fuera poco ha tenido enfrentamientos con la Asociación Drago, y ha llegado a exigir que le informen que leen sus asociados, queriendo hacer una censura de libros, y teniendo con el presidente de Drago, José Armengol, sus más y sus menos. El Alcalde llegó a acusar a Armengol que en el Club Drago se podían estar haciendo lecturas de libros pornográficos, y que sospechaba que era un nido de rojos. Un lenguaje propio de la época de la dictadura franquista. Con este asunto le salió el rejo de “pequeño führer”que lleva dentro. Otra de sus famosas alcaldadas fue en plena vía pública hace poco tiempo, cuando al pasar un concejal socialista con dos compañeros, Lucas Bravo exclamó: “ahí van las ratas del pueblo”.