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La vieja fiera saca sus dientes por Grupo Interuniversitario de Opinión
Pero la arrancadilla tiene su justificación. Lo dice en uno de sus despachos con fecha de hoy (16 de octubre de 2007), la agencia EFE, con F de Falange (We remember my friend, ¿también esto será objeto de prohibición por la nueva Ley de la memoria?), Jerónimo, alcalde de Las Palmas, había manifestado que “no le gustaría tener al lado a una república islamista” por lo que se mostró a favor de la autonomía para el Sáhara, “pero dentro de Marruecos”.
La manifestación antedicha se produjo en el marco de un desayuno organizado por Nueva Economía Fórum, aunque el mentado precisó que “no estaba diciendo que el proceso de autodeterminación del Sáhara pueda llevar a una república islamista”. ¡Hombre, es que si dice eso ya sería el colmo de la estupidez! Básicamente por dos razones:
a) La legalidad internacional, que se dirime en una institución que está en Nueva York y que, a la vista de los hechos, no sirve para mucho, ha dejado bien claro que la autodeterminación del Sáhara es un derecho inalienable. Y, evidentemente, para una rata, pero rata ilustrada al fin y al cabo, la legalidad imprime carácter, sobre todo si, además, la rata ha estudiado derecho, con minúscula. Pero, en cualquier caso, es un organismo, la ONU, en algunas de cuyas resoluciones se ha basado buena parte del panorama internacional que hoy conocemos. Resoluciones acertadas unas, erróneas otras, pero determinantes en el plano de la legitimidad internacional, no sólo como fuente de Derecho (ahora con mayúsculas), sino como basamento de la justicia y de la moral en las decisiones que afectan o pueden afectar al futuro de los pueblos que, como el del antiguo Sahara español, sufren sobre la piel de sus hijos más jóvenes, sobre la dura y valerosa piel de estos trescientos valientes ?como los de Leónidas frente a Jerjes?, el ímpetu cobarde de una monarquía tiránica y decadente, atravesada por los piercings de sus propias incapacidades para consolidar un sistema mínimamente democrático, salvo mediante el látigo, la sangre y el fuego.
b) La segunda razón es igualmente obvia, manifestar ?aunque sólo sea en plan insinuación? que la consecución de la soberanía nacional plena y absoluta por parte de los ciudadanos del Sahara español podría dar lugar a una república islamista a dos pasos de Canarias es un disparate, entre otras razones, porque a los tuaregs, los saharauis y los beréberes, en general, no les va la movida islamista, ni van matando gente en plan hombre-bomba. No son terroristas, son guerrilleros: como el Che, cuyo aniversario se conmemoró precisamente en estos días.
¡Tiempos terribles estos que corren! No por el peligro islamista, que es como un chicle: se estira o se encoge a conveniencia del hablante de turno, aunque no sea cierto, aunque no encaje en la realidad de los hechos, aunque esté en verdadera contradicción con las luces de la razón humana y la verdad revelada (que en este contexto cobra pleno sentido). Tiempos terribles por la coincidencia en las mezquindades humanas. Es curioso observar cómo otro ilustre político grancanario, el señor Mauricio, (a) el Aniquilador (de CC en Gran Canaria, se entiende), y el Saavedra de hogaño han mirado y miran con ojos ratoniles hacia el Sahara cercano y, ciegos ante la evidencia, se han negado a contemplar la represión y la brutalidad criminal de una tiranía ruin y cobarde contra un pueblo de valerosos hijos del viento y de la luz, y vuelven sus rostros hacia el lucro inmediato, hacia la infamia de un régimen que, pese a violentar sistemáticamente los derechos de sus propios ciudadanos, consigue aliados inconcebibles en un sistema democrático como el de España en estos momentos.
Mientras tanto, en Tinduf, en las propias ciudades del Sáhara sometido sigue la larga espera. Los verdaderos “islamistas”, en cuanto sinónimo de política agresiva de raíz islámica y terrorista, están en los barrios de muchas ciudades marroquíes y, más temprano que tarde, convertirán al antiguo Imperio Jerifiano en un polvorín que agitará todo el Norte de África y, con él, todo el Sur de la próspera Europa. Será entonces cuando estos políticos oportunistas y mezquinos se den cuenta que, justamente, la razón estaba en el otro lado, en la jaima de enfrente, y no, desde luego, entre las grietas sucias y mugrientas de las alcantarillas, lugares preferidos por todo tipo de ratas, sean éstas canarias o marroquíes.
* Manuel de Paz Sánchez (ULL), Sergio Ramírez Galindo (ULPGC), Carlos Ruiz de Miguel (USC) y Larosi Haidar (UGR).
Grupo Interuniversitario de Opinión*
Pero la arrancadilla tiene su justificación. Lo dice en uno de sus despachos con fecha de hoy (16 de octubre de 2007), la agencia EFE, con F de Falange (We remember my friend, ¿también esto será objeto de prohibición por la nueva Ley de la memoria?), Jerónimo, alcalde de Las Palmas, había manifestado que “no le gustaría tener al lado a una república islamista” por lo que se mostró a favor de la autonomía para el Sáhara, “pero dentro de Marruecos”.
La manifestación antedicha se produjo en el marco de un desayuno organizado por Nueva Economía Fórum, aunque el mentado precisó que “no estaba diciendo que el proceso de autodeterminación del Sáhara pueda llevar a una república islamista”. ¡Hombre, es que si dice eso ya sería el colmo de la estupidez! Básicamente por dos razones: