Viernes de dolores

Me encuentro a mi vecina del quinto en Farray, y le comunico mi alegría porque este viernes ya pasado, afortunadamente no ha habido un nuevo palo para el personal de a pie, y muy escéptica y al mismo tiempo ácida va y me dice “ya,ya, pues espérese al próximo viernes, que a lo mejor hay ración doble, he oido un rumor de qué habrá que pagar peaje en las carreteras del sur, del centro y del norte, para ir a Agaete dicen que quieren cobrar cinco euros por el trayecto, es decir que un caldo de pescado ya le va a salir un poco más caro, para ir a San Mateo otro tanto de lo mismo, y por lo tanto un cabrito ya sabe, cinco euros más caro, y para ir al sur tres euros de peaje, pero me dicen que la Alcaldía de San Bartolomé planea cobrar otros tres euros por entrar en la playa por cabeza, menudo panorama, el que tenga cuatro o cinco hijos los llevará a la playa por turnos, y llevarse el condumio en ”tupper“ como Rajoy, eso sí que es dar ejemplo, aunque no se sabe que contenían los dichosos recipientes, a lo mejor caviar beluga y salpicón de langosta, vaya usted a saber. Pero al menos me parece interesante el proyecto que me han dicho tienen para la asistencia hospitalaria, dicen que van a cobrar cinco euros diarios por la manuntención en todos los hospitales canarios, copiando a Cataluña”. Le muestro sorpresa a mi vecina por considerar positivo que se cobre la comida en los hospitales a los enfermos, y muy rotunda me reprende “qué falta de imaginación tiene, mire, si cobran cinco euros diarios por la comida estoy dispuesta a autolesionarme para ingresar por urgencias en un hospital, cinco euros por desayuno, comida, merienda y cena está tirado, dígame a cuanto está ya un menú en los restaurantes del barrio, en algunos hasta diez euros, como pongan el mismo precio que van a poner en Cataluña, los cinco euros, los hospitales se van a llenar a rebozar, ya verá, ya...”. Menos mal que este Viernes de Dolores ha pasado sin más ataques y atracos al pueblo, porque aguantar a esta mujer es demasiado después de los dolores de un viernes.

Me encuentro a mi vecina del quinto en Farray, y le comunico mi alegría porque este viernes ya pasado, afortunadamente no ha habido un nuevo palo para el personal de a pie, y muy escéptica y al mismo tiempo ácida va y me dice “ya,ya, pues espérese al próximo viernes, que a lo mejor hay ración doble, he oido un rumor de qué habrá que pagar peaje en las carreteras del sur, del centro y del norte, para ir a Agaete dicen que quieren cobrar cinco euros por el trayecto, es decir que un caldo de pescado ya le va a salir un poco más caro, para ir a San Mateo otro tanto de lo mismo, y por lo tanto un cabrito ya sabe, cinco euros más caro, y para ir al sur tres euros de peaje, pero me dicen que la Alcaldía de San Bartolomé planea cobrar otros tres euros por entrar en la playa por cabeza, menudo panorama, el que tenga cuatro o cinco hijos los llevará a la playa por turnos, y llevarse el condumio en ”tupper“ como Rajoy, eso sí que es dar ejemplo, aunque no se sabe que contenían los dichosos recipientes, a lo mejor caviar beluga y salpicón de langosta, vaya usted a saber. Pero al menos me parece interesante el proyecto que me han dicho tienen para la asistencia hospitalaria, dicen que van a cobrar cinco euros diarios por la manuntención en todos los hospitales canarios, copiando a Cataluña”. Le muestro sorpresa a mi vecina por considerar positivo que se cobre la comida en los hospitales a los enfermos, y muy rotunda me reprende “qué falta de imaginación tiene, mire, si cobran cinco euros diarios por la comida estoy dispuesta a autolesionarme para ingresar por urgencias en un hospital, cinco euros por desayuno, comida, merienda y cena está tirado, dígame a cuanto está ya un menú en los restaurantes del barrio, en algunos hasta diez euros, como pongan el mismo precio que van a poner en Cataluña, los cinco euros, los hospitales se van a llenar a rebozar, ya verá, ya...”. Menos mal que este Viernes de Dolores ha pasado sin más ataques y atracos al pueblo, porque aguantar a esta mujer es demasiado después de los dolores de un viernes.