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Los yanomami: una cultura a extinguir

La tierra es el patrimonio más querido y respetado por esta etnia, pero corren el riesgo de ser exterminados por la avaricia asesina del hombre blanco al vivir esta etnia nómada en un lugar enriquecido por minas de oro. Si fuese verdad que han sido asesinados 80 indígenas yanomami, el mundo no puede quedarse ajeno al citado problema. Tenemos que defender a estas y cada vez menos comunidades étnicas que viven respetando el espacio natural y animal. Cosa que muchos de los blancos no respetan. Actualmente se encuentran seriamente amenazados por la globalización y la transculturación. Esto es debido a los fenómenos clásicos de la invasión colonial: conversión religiosa, asimilación de roles inferiores respecto a una cultura superior y despoblación por las enfermedades que los colonizadores llevaron consigo. Al no poder combatir con eficacia ninguno de estos factores, su estilo de vida tradicional puede verse irremediablemente afectado en menos de una década si no se toman las medidas necesarias.

Al basar su economía en principios básicos de autoconsumo (elaboración de sus propias pertenencias - cestas, garrotes, arcos y flechas), no tienen relaciones comerciales con pueblos vecinos. Actualmente siguen utilizando motivos “decorativos” ancestrales en sus cuerpos, los cuales se estampan con ciertos pigmentos naturales. Utilizan un veneno llamado curare, que untan esparcido en la punta de las flechas para cazar su alimento. También consumen epená, que es una sustancia enteógena que utilizan en rituales curativos por los shamanes para comunicarse con los espíritus, se utiliza en poca cantidad y en polvo y se introduce en el shaman por medio de las fosas nasales con un palo hueco y se sopla. Corresponde a Venezuela investigar y velar por los intereses culturales de esta enriquecedora etnia yanomami. No podemos perder una cultura tan maravillosa y benigna como esta comunidad nómada. La ambición depredadora y asesina de muchos hombres blancos contra estas comunidades nómadas, deben de ser perseguida, juzgada. De lo contrario, el planeta tierra perderá en un futuro no muy lejano, unas culturas étnicas de gran valor.

Rafael Lutzardo

La tierra es el patrimonio más querido y respetado por esta etnia, pero corren el riesgo de ser exterminados por la avaricia asesina del hombre blanco al vivir esta etnia nómada en un lugar enriquecido por minas de oro. Si fuese verdad que han sido asesinados 80 indígenas yanomami, el mundo no puede quedarse ajeno al citado problema. Tenemos que defender a estas y cada vez menos comunidades étnicas que viven respetando el espacio natural y animal. Cosa que muchos de los blancos no respetan. Actualmente se encuentran seriamente amenazados por la globalización y la transculturación. Esto es debido a los fenómenos clásicos de la invasión colonial: conversión religiosa, asimilación de roles inferiores respecto a una cultura superior y despoblación por las enfermedades que los colonizadores llevaron consigo. Al no poder combatir con eficacia ninguno de estos factores, su estilo de vida tradicional puede verse irremediablemente afectado en menos de una década si no se toman las medidas necesarias.

Al basar su economía en principios básicos de autoconsumo (elaboración de sus propias pertenencias - cestas, garrotes, arcos y flechas), no tienen relaciones comerciales con pueblos vecinos. Actualmente siguen utilizando motivos “decorativos” ancestrales en sus cuerpos, los cuales se estampan con ciertos pigmentos naturales. Utilizan un veneno llamado curare, que untan esparcido en la punta de las flechas para cazar su alimento. También consumen epená, que es una sustancia enteógena que utilizan en rituales curativos por los shamanes para comunicarse con los espíritus, se utiliza en poca cantidad y en polvo y se introduce en el shaman por medio de las fosas nasales con un palo hueco y se sopla. Corresponde a Venezuela investigar y velar por los intereses culturales de esta enriquecedora etnia yanomami. No podemos perder una cultura tan maravillosa y benigna como esta comunidad nómada. La ambición depredadora y asesina de muchos hombres blancos contra estas comunidades nómadas, deben de ser perseguida, juzgada. De lo contrario, el planeta tierra perderá en un futuro no muy lejano, unas culturas étnicas de gran valor.