Espacio de opinión de Canarias Ahora
Zerolo saca pecho
Como dije en un artículo anterior, creo que a Miguel Zerolo y a Suárez Trenor les ampara, como a cualquier ciudadano de este país, el derecho constitucional de la presunción de inocencia. Y que, teniendo en cuenta ese derecho, debe encararse la cuestión, en tanto se aguarda a que la Justicia actúe. Es verdad que, aunque uno sea inocente, debe jorobar un montón enterarse de que se le están investigando posibles corruptelas. Pero, reaccionar con serenidad puede ser prueba de que uno está tranquilo ante las posibles acusaciones que vayan apareciendo, si es que aparecen. Por contra, un histérico rasgamiento de vestiduras y una pataleta descomunal no son seguramente la mejor manera de enfrentarse a esas posibles pesquisas judiciales. Denunciar que el ministro de Justicia instrumentaliza la labor de las fiscalías con fines electoralistas es una acusación grave, que pone en entredicho el propio sistema democrático del Estado de derecho y que implica desconocer la personalidad de Baltasar Garzón, que, en efecto, estuvo en las listas electorales del PSOE con Felipe González, pero que se apresuró a desmarcarse del partido precisamente por cuestiones relacionadas con un mal uso del poder. Confundir una ciudad, Santa Cruz, con su alcalde es, simplemente, una bobería. Miguel Zerolo no es la reencarnación del Chicharro. Por fortuna. Los alcaldes son efímeros y son sus trayectorias las que permanecen en la historia y el recuerdo de los ciudadanos para bien o para mal. Zerolo ha sacado pecho. Y, aunque al principio de este follón y dadas las circunstancias, se daba por hecho que no se presentaría a los próximos comicios locales, dispuesto a repetir mandato, ahora acaba de anunciar que se lo está repensando. Las dificultades me motivan, ha dicho. Y si quieren echarme Âañadió- que lo hagan en las urnas. Que eso le suene a uno a fanfarronada es una cosa. Que pueda suceder, otra muy distinta. Quizás ATI llegue a considerar la posibilidad de que si Miguel se presenta como una víctima, la cosecha de votos sea superior a la esperada. No sería la primera vez que sucede. Hermoso obtuvo una mayoría aplastante precisamente cuando estaba hipotéticamente implicado en un escándalo en el que hasta se hablaba de tráfico de arnas. Por aquel entonces, poco antes de la cita electoral un taxista Âlos taxistas son, a veces, el termómetro político más fiable de las ciudades pequeñas- me comentó: - ¿Usted se da cuenta de la putada que le quieren hacer a Manuel Hermoso? Y entonces supe quién iba a ganar en el Ayuntamiento. Sin lugar a dudas.
José H. Chela
Como dije en un artículo anterior, creo que a Miguel Zerolo y a Suárez Trenor les ampara, como a cualquier ciudadano de este país, el derecho constitucional de la presunción de inocencia. Y que, teniendo en cuenta ese derecho, debe encararse la cuestión, en tanto se aguarda a que la Justicia actúe. Es verdad que, aunque uno sea inocente, debe jorobar un montón enterarse de que se le están investigando posibles corruptelas. Pero, reaccionar con serenidad puede ser prueba de que uno está tranquilo ante las posibles acusaciones que vayan apareciendo, si es que aparecen. Por contra, un histérico rasgamiento de vestiduras y una pataleta descomunal no son seguramente la mejor manera de enfrentarse a esas posibles pesquisas judiciales. Denunciar que el ministro de Justicia instrumentaliza la labor de las fiscalías con fines electoralistas es una acusación grave, que pone en entredicho el propio sistema democrático del Estado de derecho y que implica desconocer la personalidad de Baltasar Garzón, que, en efecto, estuvo en las listas electorales del PSOE con Felipe González, pero que se apresuró a desmarcarse del partido precisamente por cuestiones relacionadas con un mal uso del poder. Confundir una ciudad, Santa Cruz, con su alcalde es, simplemente, una bobería. Miguel Zerolo no es la reencarnación del Chicharro. Por fortuna. Los alcaldes son efímeros y son sus trayectorias las que permanecen en la historia y el recuerdo de los ciudadanos para bien o para mal. Zerolo ha sacado pecho. Y, aunque al principio de este follón y dadas las circunstancias, se daba por hecho que no se presentaría a los próximos comicios locales, dispuesto a repetir mandato, ahora acaba de anunciar que se lo está repensando. Las dificultades me motivan, ha dicho. Y si quieren echarme Âañadió- que lo hagan en las urnas. Que eso le suene a uno a fanfarronada es una cosa. Que pueda suceder, otra muy distinta. Quizás ATI llegue a considerar la posibilidad de que si Miguel se presenta como una víctima, la cosecha de votos sea superior a la esperada. No sería la primera vez que sucede. Hermoso obtuvo una mayoría aplastante precisamente cuando estaba hipotéticamente implicado en un escándalo en el que hasta se hablaba de tráfico de arnas. Por aquel entonces, poco antes de la cita electoral un taxista Âlos taxistas son, a veces, el termómetro político más fiable de las ciudades pequeñas- me comentó: - ¿Usted se da cuenta de la putada que le quieren hacer a Manuel Hermoso? Y entonces supe quién iba a ganar en el Ayuntamiento. Sin lugar a dudas.
José H. Chela