El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Se abre la veda del muflón
Siempre nos ha parecido un animal entrañable el muflón, que con esa cornamenta tan bien puesta y tan justificada se asemeja a una oveja pero en versión estilizada y menos peluda, cada vez menos peluda y menos estilizada. Es especie reintroducida en Europa en el neolítico, pero se desconoce en qué momento histórico y por qué extraña circunstancia llegó un ejemplar a las Islas Canarias, concretamente a Tenerife. Allí se le conoce, se le consiente y se le mima como especie en peligro de extinción, gran error. De ahí que haya podido sobrevivir a varios cataclismos y mucha merma alimenticia, seguramente superada gracias a la ingesta de alcoholes de diversa graduación. Aún así, el ejemplar que en ocasiones puede verse deambular por las calles de Santa Cruz, conserva una estampa inflamada, amplia, incluso oronda, pero cada vez más calamitosa, quizá por la pérdida de músculo y el indiscutible peso de su cornamenta. Estamos a la espera de que desde el Gobierno de Paulino Rivero se decrete la apertura de la veda del muflón, de modo y manera que pueda ser abatido y convenientemente disecado para su exposición en alguna galería de especímenes prehistóricos y predemocráticos.
Siempre nos ha parecido un animal entrañable el muflón, que con esa cornamenta tan bien puesta y tan justificada se asemeja a una oveja pero en versión estilizada y menos peluda, cada vez menos peluda y menos estilizada. Es especie reintroducida en Europa en el neolítico, pero se desconoce en qué momento histórico y por qué extraña circunstancia llegó un ejemplar a las Islas Canarias, concretamente a Tenerife. Allí se le conoce, se le consiente y se le mima como especie en peligro de extinción, gran error. De ahí que haya podido sobrevivir a varios cataclismos y mucha merma alimenticia, seguramente superada gracias a la ingesta de alcoholes de diversa graduación. Aún así, el ejemplar que en ocasiones puede verse deambular por las calles de Santa Cruz, conserva una estampa inflamada, amplia, incluso oronda, pero cada vez más calamitosa, quizá por la pérdida de músculo y el indiscutible peso de su cornamenta. Estamos a la espera de que desde el Gobierno de Paulino Rivero se decrete la apertura de la veda del muflón, de modo y manera que pueda ser abatido y convenientemente disecado para su exposición en alguna galería de especímenes prehistóricos y predemocráticos.