Águeda aparta el cáliz

El movimiento telúrico iniciado por González Arroyo (PP) y Blas Acosta (PSOE) en La Oliva para nada se ciñe a un asuntillo local, como dicen con la boca chica desde la Ejecutiva socialista. A nadie se le esconde que el marqués y su socio en el pacto de la avioneta han vendido al PSOE el objetivo último de desestabilizar al Gobierno CC-PP, moverle la silla a Soria en el Congreso regional popular y atacar de frente la línea de flotación de CC: su instalación perenne en el poder. De ahí que el Cabildo majorero sea y fuera pieza añadida en el movimiento de La Oliva. Y el grupo de consejeros populares fieles a Soria y al gobierno de Mario Cabrera (CC), el último obstáculo a salvar. Por eso, al menos en dos ocasiones en los últimos meses, Águeda Montelongo ha recibido la oferta de ser presidenta del Cabildo de Fuerteventura en una alianza insular PP-PSOE. Y la que fuera musa de Soria y Larry le ha dicho al mensajero del marqués, el propio Blas Acosta, aparta de mi este cáliz. De momento...

El movimiento telúrico iniciado por González Arroyo (PP) y Blas Acosta (PSOE) en La Oliva para nada se ciñe a un asuntillo local, como dicen con la boca chica desde la Ejecutiva socialista. A nadie se le esconde que el marqués y su socio en el pacto de la avioneta han vendido al PSOE el objetivo último de desestabilizar al Gobierno CC-PP, moverle la silla a Soria en el Congreso regional popular y atacar de frente la línea de flotación de CC: su instalación perenne en el poder. De ahí que el Cabildo majorero sea y fuera pieza añadida en el movimiento de La Oliva. Y el grupo de consejeros populares fieles a Soria y al gobierno de Mario Cabrera (CC), el último obstáculo a salvar. Por eso, al menos en dos ocasiones en los últimos meses, Águeda Montelongo ha recibido la oferta de ser presidenta del Cabildo de Fuerteventura en una alianza insular PP-PSOE. Y la que fuera musa de Soria y Larry le ha dicho al mensajero del marqués, el propio Blas Acosta, aparta de mi este cáliz. De momento...