Ahora, un nuevo partido

Bueno, tal y como estaba previsto, la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE ha disuelto las agrupaciones socialistas de Tenerife y de Santa Cruz de Tenerife, por traviesas y mal amañadas. O por algo similar, que ya se sabe que cuando el que se tiene que explicar es Julio Cruz, secretario de Organización, donde hay un pino puede aparecerse una mesilla de noche de buenas a primeras. El caso es que el PSOE tinerfeño entra en una nueva fase, teóricamente consistente en acabar con el profundo cisma que la ha caracterizado y en aprobar unas listas electorales que no contravengan la intención principal: ganar a ATI en su feudo principal y consolidar la victoria regional que todas las encuestas otorgan ahora mismo al PSC. No opinan lo mismo los disueltos, que conocían la decisión de Marcelino Iglesias desde la noche del martes, cuando un alma caritativa de Ferraz los telefoneó para anunciarles que a) el maño se había llevado por delante a medio equipo de la Pajín y b) había aceptado la creación de las gestoras tinerfeñas. La reacción de los disueltos es de gran cabreo, pero no es unánime, así que vamos a tratar de resumirla para todos ustedes.

Bueno, tal y como estaba previsto, la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE ha disuelto las agrupaciones socialistas de Tenerife y de Santa Cruz de Tenerife, por traviesas y mal amañadas. O por algo similar, que ya se sabe que cuando el que se tiene que explicar es Julio Cruz, secretario de Organización, donde hay un pino puede aparecerse una mesilla de noche de buenas a primeras. El caso es que el PSOE tinerfeño entra en una nueva fase, teóricamente consistente en acabar con el profundo cisma que la ha caracterizado y en aprobar unas listas electorales que no contravengan la intención principal: ganar a ATI en su feudo principal y consolidar la victoria regional que todas las encuestas otorgan ahora mismo al PSC. No opinan lo mismo los disueltos, que conocían la decisión de Marcelino Iglesias desde la noche del martes, cuando un alma caritativa de Ferraz los telefoneó para anunciarles que a) el maño se había llevado por delante a medio equipo de la Pajín y b) había aceptado la creación de las gestoras tinerfeñas. La reacción de los disueltos es de gran cabreo, pero no es unánime, así que vamos a tratar de resumirla para todos ustedes.