Alargarlo todo hasta después del 20-N

La renovación de los órganos institucionales dependientes del Parlamento de Canarias es uno de los episodios más bochornosos de cuantos ha vivido y vive la Cámara autonómica. Como recordarán, tras la abrumadora victoria (qué tiempos aquellos) del PSOE en 2007, con la marca difícilmente igualable de 26 diputados, fueron el PP y Coalición Canaria quienes bloquearon cualquier posibilidad de aplicar la proporcionalidad para cambiar el Diputado del Común, la Audiencia de Cuentas y la correlación de fuerzas en el Consejo Consultivo y en el consejo de administración de la Radiotelevisión Canaria. Había que darle mucho juego al PSOE y Soria y Paulino prefirieron pasar tan orgullosos el trance de bloquear esas renovaciones. Ahora que pintan oros para el PP, Soria reclama su cuota: quiere que uno de los suyos presida la Audiencia de Cuentas, tener la presidencia y tres de los siete vocales del Consejo Consultivo (uno de ellos procedente de los tres que designa el Gobierno) y cuatro de los ocho consejeros de la RTVC. El pacto le ofrece que el PP presida la Audiencia de Cuentas con dos vocales de los cuatro que elige el Parlamento, además de tres representantes en la RTVC. CC se reserva la Audiencia de Cuentas y el PSOE, el Diputado del Común, cargo para el que ya parece confirmado el nombramiento de Jerónimo Saavedra. La oferta al PP es muy superior a la que jamás ese partido y su antiguo socio hicieron al PSOE en la pasada legislatura, pero Soria quiere comérselo todo y confía en arañar más poder pasadas las elecciones generales con la ayuda de su socio independentista (y dos piedras), Ignacio González.

La renovación de los órganos institucionales dependientes del Parlamento de Canarias es uno de los episodios más bochornosos de cuantos ha vivido y vive la Cámara autonómica. Como recordarán, tras la abrumadora victoria (qué tiempos aquellos) del PSOE en 2007, con la marca difícilmente igualable de 26 diputados, fueron el PP y Coalición Canaria quienes bloquearon cualquier posibilidad de aplicar la proporcionalidad para cambiar el Diputado del Común, la Audiencia de Cuentas y la correlación de fuerzas en el Consejo Consultivo y en el consejo de administración de la Radiotelevisión Canaria. Había que darle mucho juego al PSOE y Soria y Paulino prefirieron pasar tan orgullosos el trance de bloquear esas renovaciones. Ahora que pintan oros para el PP, Soria reclama su cuota: quiere que uno de los suyos presida la Audiencia de Cuentas, tener la presidencia y tres de los siete vocales del Consejo Consultivo (uno de ellos procedente de los tres que designa el Gobierno) y cuatro de los ocho consejeros de la RTVC. El pacto le ofrece que el PP presida la Audiencia de Cuentas con dos vocales de los cuatro que elige el Parlamento, además de tres representantes en la RTVC. CC se reserva la Audiencia de Cuentas y el PSOE, el Diputado del Común, cargo para el que ya parece confirmado el nombramiento de Jerónimo Saavedra. La oferta al PP es muy superior a la que jamás ese partido y su antiguo socio hicieron al PSOE en la pasada legislatura, pero Soria quiere comérselo todo y confía en arañar más poder pasadas las elecciones generales con la ayuda de su socio independentista (y dos piedras), Ignacio González.