Alcaldesa con tronío

La verdad es que Luzardo estuvo este jueves gloriosa. Debe ser que se levantó de buena tiempla y, sin que sirva de precedente, quiso portarse bien con los medios dándonos no uno, ni dos, sino tres titulares de esos que tanto nos gustan. Primero se atreve a llevar la contraria a su jefe y manda a mudar “de inmediato” a Dimas Martín. Luego se sincera y reconoce que su buen amigo Paco Cascos ya no lo es tanto, vamos que “no nos hablamos”, dijo. Y ya, por último, nos dice que no enseñó a la oposición el borrador del nuevo reglamento de funcionamiento (ROF) -cuyo objetivo es precisamente restringir las intervenciones y mociones de sus contrarios- hasta media hora antes de darlo a conocer a la prensa porque debían ser ella y el PP los que tuviesen la exclusiva ante los medios. ¡Faltaría más! Sobre todo teniendo en cuenta que dicho borrador está elaborado también en exclusiva por los populares sin que la oposición haya propuesto ni un punto y coma. Y de propina, un mensajito a todos los ciudadanos alertándonos de que “no nos merecemos esta oposición”. Ra, ra, rá. Tres rás por la alcaldesa.

La verdad es que Luzardo estuvo este jueves gloriosa. Debe ser que se levantó de buena tiempla y, sin que sirva de precedente, quiso portarse bien con los medios dándonos no uno, ni dos, sino tres titulares de esos que tanto nos gustan. Primero se atreve a llevar la contraria a su jefe y manda a mudar “de inmediato” a Dimas Martín. Luego se sincera y reconoce que su buen amigo Paco Cascos ya no lo es tanto, vamos que “no nos hablamos”, dijo. Y ya, por último, nos dice que no enseñó a la oposición el borrador del nuevo reglamento de funcionamiento (ROF) -cuyo objetivo es precisamente restringir las intervenciones y mociones de sus contrarios- hasta media hora antes de darlo a conocer a la prensa porque debían ser ella y el PP los que tuviesen la exclusiva ante los medios. ¡Faltaría más! Sobre todo teniendo en cuenta que dicho borrador está elaborado también en exclusiva por los populares sin que la oposición haya propuesto ni un punto y coma. Y de propina, un mensajito a todos los ciudadanos alertándonos de que “no nos merecemos esta oposición”. Ra, ra, rá. Tres rás por la alcaldesa.