Ángela Mena demanda a don Pepito

Estamos empezando a perder la cuenta de las demandas y querellas que se acumulan en los tribunales de Justicia contra el periódico El Día y su chiripitifláutico editor y director, José Rodríguez Ramírez, ideólogo de la inminente República Independiente de Canarias. Este jueves tuvo entrada en el decanato de los juzgados de Santa Cruz de Tenerife una demanda con mucho recorrido presentada por la concejala de Santa Cruz de Tenerife Ángela Mena y por María Candelaria Pérez Machado y María Caridad Rivero Baute, las tres personas insistentemente citadas por el diario del insigne faro de Nivaria como socias capitalistas de una fantasmagórica empresa millonaria constituida en México, ándele, ándele. La demanda, por intromisión ilegítima en el derecho al honor de estas tres señoras, es continuación de la que dos de ellas, Ángela Mena y Candelaria Pérez, interpusieron en su día contra el mismo periódico y el mismo editor por no publicarles la rectificación que le exigieron ante la falsedad de aquellas informaciones. Por cierto, ambas demandantes han reclamado del juzgado de Primera Instancia número 5 la ejecución forzosa de la sentencia porque cuatro meses después de difundirse aquellas informaciones, basadas en documentos que se han demostrado falsos, don Pepito sigue sin publicar la rectificación. Ya se quejará el editor más dicharachero de Barrio Sésamo de que lo persiguen los tribunales de justicia, pero es que ante asuntos tan flagrantes es muy difícil ganar un pleito.

Estamos empezando a perder la cuenta de las demandas y querellas que se acumulan en los tribunales de Justicia contra el periódico El Día y su chiripitifláutico editor y director, José Rodríguez Ramírez, ideólogo de la inminente República Independiente de Canarias. Este jueves tuvo entrada en el decanato de los juzgados de Santa Cruz de Tenerife una demanda con mucho recorrido presentada por la concejala de Santa Cruz de Tenerife Ángela Mena y por María Candelaria Pérez Machado y María Caridad Rivero Baute, las tres personas insistentemente citadas por el diario del insigne faro de Nivaria como socias capitalistas de una fantasmagórica empresa millonaria constituida en México, ándele, ándele. La demanda, por intromisión ilegítima en el derecho al honor de estas tres señoras, es continuación de la que dos de ellas, Ángela Mena y Candelaria Pérez, interpusieron en su día contra el mismo periódico y el mismo editor por no publicarles la rectificación que le exigieron ante la falsedad de aquellas informaciones. Por cierto, ambas demandantes han reclamado del juzgado de Primera Instancia número 5 la ejecución forzosa de la sentencia porque cuatro meses después de difundirse aquellas informaciones, basadas en documentos que se han demostrado falsos, don Pepito sigue sin publicar la rectificación. Ya se quejará el editor más dicharachero de Barrio Sésamo de que lo persiguen los tribunales de justicia, pero es que ante asuntos tan flagrantes es muy difícil ganar un pleito.