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Un aplauso para Soria

La verdad es que a veces nos perdemos acontecimientos realmente antológicos, y no crean que no nos tiramos de los pelos. Menos mal que siempre hay gente generosa que lo termina compartiendo todo con nosotros, lo que es igual a compartirlo con ustedes casi inmediatamente. Lo que a continuación les relatamos ocurrió el viernes 12 de marzo pasado, en un almuerzo celebrado en la sede de JSP en Las Palmas de Gran Canaria. El invitado de honor era José Manuel Soria, que debía acudir en la ronda de partidos políticos (él no era candidato, pero se dejaba querer), pero no se presentó como consecuencia de la suspensión de la campaña electoral. Pero el acto estaba convocado y José Sánchez Rodríguez, presidente de la empresa, es muy cumplido. Así que el almuerzo lo mantuvo con sus empleados, no sin antes guardar un minuto de silencio “en honor de José Manuel Soria”, seguido, eso sí, de un aplauso. Ambos momentos están convenientemente inmortalizados en sendas fotografias, no por el chivateo, sino porque don José había prometido mandarlas al invitado. Como así ha sido.

La verdad es que a veces nos perdemos acontecimientos realmente antológicos, y no crean que no nos tiramos de los pelos. Menos mal que siempre hay gente generosa que lo termina compartiendo todo con nosotros, lo que es igual a compartirlo con ustedes casi inmediatamente. Lo que a continuación les relatamos ocurrió el viernes 12 de marzo pasado, en un almuerzo celebrado en la sede de JSP en Las Palmas de Gran Canaria. El invitado de honor era José Manuel Soria, que debía acudir en la ronda de partidos políticos (él no era candidato, pero se dejaba querer), pero no se presentó como consecuencia de la suspensión de la campaña electoral. Pero el acto estaba convocado y José Sánchez Rodríguez, presidente de la empresa, es muy cumplido. Así que el almuerzo lo mantuvo con sus empleados, no sin antes guardar un minuto de silencio “en honor de José Manuel Soria”, seguido, eso sí, de un aplauso. Ambos momentos están convenientemente inmortalizados en sendas fotografias, no por el chivateo, sino porque don José había prometido mandarlas al invitado. Como así ha sido.