El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Arcadio y Nardi sí apechugan
Nos lanzamos este lunes a la tremenda a los respectivos cuellos de los dos líderes de la oposición en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Arcadio Díaz Tejera y Bernarda Barrios, uno por el PSC y la otra por Compromiso+lo que queda de CC. Decíamos que ni están ni se les espera en esto de tratar de recomponer el entuerto dejado por Soria, una situación que aparentaba ser la releche pero que dista mucho de ese mundo feliz heredado por Pepa con alegría tipo larán, larán, larito. Nos equivocamos y reculamos, como es menester en estos casos. Tanto Arcadio como Nardy nos telefonearon para decirnos que de eso nada. El primero aseguró que está en las oficinas municipales a las ocho en punto, que hay mucha gente que puede dar fe de ello, y que se marcha a las tres (a las dos desde el primero de julio, en aplicación del horario de verano). Nardy no madruga tanto: asegura que llega a las nueve, pero es capaz de trabajar hasta los sábados, como nos demostró éste último atendiendo a una redactora de este diario. Rectificamos y les animamos a que no pierdan el ímpetu.
Nos lanzamos este lunes a la tremenda a los respectivos cuellos de los dos líderes de la oposición en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Arcadio Díaz Tejera y Bernarda Barrios, uno por el PSC y la otra por Compromiso+lo que queda de CC. Decíamos que ni están ni se les espera en esto de tratar de recomponer el entuerto dejado por Soria, una situación que aparentaba ser la releche pero que dista mucho de ese mundo feliz heredado por Pepa con alegría tipo larán, larán, larito. Nos equivocamos y reculamos, como es menester en estos casos. Tanto Arcadio como Nardy nos telefonearon para decirnos que de eso nada. El primero aseguró que está en las oficinas municipales a las ocho en punto, que hay mucha gente que puede dar fe de ello, y que se marcha a las tres (a las dos desde el primero de julio, en aplicación del horario de verano). Nardy no madruga tanto: asegura que llega a las nueve, pero es capaz de trabajar hasta los sábados, como nos demostró éste último atendiendo a una redactora de este diario. Rectificamos y les animamos a que no pierdan el ímpetu.