Archivado el expediente abierto a cinco jueces

Un día triste también para don José Rodríguez Ramírez, director-editor del periódico El Día. Este jueves fue comunicada a cinco jueces de Las Palmas de Gran Canaria una resolución de la comisión disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial por la que se archivan los expedientes abiertos tras unas declaraciones sobre la línea editorial de ese baluarte del tinerfeñismo soberanista. Como recordarán, Miguel Ángel Parramón, Miguel Losada, María Victoria Rosell, Javier Varona y Tomás Martín fueron expedientados por opinar, a requerimiento del periódico La Provincia, sobre el contenido de los editoriales del periódico de don Pepito. Ha ganado, una vez más, la libertad de expresión, la misma que ampara a ese periódico y a sus editorialistas y que tiene como límite la legalidad vigente. Por cierto, el CGPJ también archivó una queja añadida por don Pepito, referida concretamente a Javier Varona, del que se quejaba doblemente por haber opinado y por ser miembro de la Sala de lo Contencioso-Administrativo que dictó la famosa sentencia de las TDT, aquella en la que se anuló precisamente una concesión a la empresa editora de El Día.

Un día triste también para don José Rodríguez Ramírez, director-editor del periódico El Día. Este jueves fue comunicada a cinco jueces de Las Palmas de Gran Canaria una resolución de la comisión disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial por la que se archivan los expedientes abiertos tras unas declaraciones sobre la línea editorial de ese baluarte del tinerfeñismo soberanista. Como recordarán, Miguel Ángel Parramón, Miguel Losada, María Victoria Rosell, Javier Varona y Tomás Martín fueron expedientados por opinar, a requerimiento del periódico La Provincia, sobre el contenido de los editoriales del periódico de don Pepito. Ha ganado, una vez más, la libertad de expresión, la misma que ampara a ese periódico y a sus editorialistas y que tiene como límite la legalidad vigente. Por cierto, el CGPJ también archivó una queja añadida por don Pepito, referida concretamente a Javier Varona, del que se quejaba doblemente por haber opinado y por ser miembro de la Sala de lo Contencioso-Administrativo que dictó la famosa sentencia de las TDT, aquella en la que se anuló precisamente una concesión a la empresa editora de El Día.