El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Arde Aeromédica
Continúa abierto el conflicto laboral en la empresa de ambulancias Aeromédica, aunque el asunto podría tener un feliz desenlace este mismo viernes si prospera la reunión que habrá en el Semac. Pero la noticia la hemos encontrado en algunos comentarios vertidos por destacados sindicalistas acerca de las ambulancias que han sufrido incendios durante las jornadas de huelga en la empresa. Cuentan y no paran, la verdad, y se basan en datos verdaderamente incontestables. De un lado, en el caso concreto de una ambulancia que ardió en Maspalomas, los sindicalistas llaman la atención sobre el hecho de que ardiera precisamente la más vieja de tres que estaban juntas y que la siniestrada fuera la única rotulada para el Servicio Canario de Salud, y no para mutualidades (que rentan más), como ocurría con las dos que estaban a su lado. Y demasiada coincidencia que al día siguiente estuviera de baja un jefe por quemaduras en un brazo. Alguien quitó un freno de mano para que el fuego no se extendiera a las joyas del parking.
Continúa abierto el conflicto laboral en la empresa de ambulancias Aeromédica, aunque el asunto podría tener un feliz desenlace este mismo viernes si prospera la reunión que habrá en el Semac. Pero la noticia la hemos encontrado en algunos comentarios vertidos por destacados sindicalistas acerca de las ambulancias que han sufrido incendios durante las jornadas de huelga en la empresa. Cuentan y no paran, la verdad, y se basan en datos verdaderamente incontestables. De un lado, en el caso concreto de una ambulancia que ardió en Maspalomas, los sindicalistas llaman la atención sobre el hecho de que ardiera precisamente la más vieja de tres que estaban juntas y que la siniestrada fuera la única rotulada para el Servicio Canario de Salud, y no para mutualidades (que rentan más), como ocurría con las dos que estaban a su lado. Y demasiada coincidencia que al día siguiente estuviera de baja un jefe por quemaduras en un brazo. Alguien quitó un freno de mano para que el fuego no se extendiera a las joyas del parking.