Ardió la isla, no el PP

Se sofocó el incendio que durante casi 24 horas puso en vilo a la isla de Gran Canaria, y ahora toca encontrar a los responsables -de haberlos- para que paguen por el destrozo. De una catástrofe natural así cabe obtener muchas conclusiones, pero por lo reciente de los acontecimientos de Guadalajara, se nos ocurre que la principal es el contraste. Mientras en Madrid el PP se lanzó a pedir dimisiones, a acusar a Zapatero de haber encendido la barbacoa y a crispar tanto que a punto estuvieron de llegar a las manos, en Gran Canaria todas las instituciones (gobernadas por los tres partidos principales) funcionaron correctamente. La oposición socialista en el Cabildo de Gran Canaria cerró filas con el PP, y hasta Larry Álvarez estuvo diligente informando. Se quemaba la isla y no el PP, dijo José Miguel Pérez, y de esas cosas no conviene sacar rédito político. Como nadie lo hizo cuando a Zaplana se le murieron seis personas en un incendio en Valencia siendo presidente de la Generalitat.

Se sofocó el incendio que durante casi 24 horas puso en vilo a la isla de Gran Canaria, y ahora toca encontrar a los responsables -de haberlos- para que paguen por el destrozo. De una catástrofe natural así cabe obtener muchas conclusiones, pero por lo reciente de los acontecimientos de Guadalajara, se nos ocurre que la principal es el contraste. Mientras en Madrid el PP se lanzó a pedir dimisiones, a acusar a Zapatero de haber encendido la barbacoa y a crispar tanto que a punto estuvieron de llegar a las manos, en Gran Canaria todas las instituciones (gobernadas por los tres partidos principales) funcionaron correctamente. La oposición socialista en el Cabildo de Gran Canaria cerró filas con el PP, y hasta Larry Álvarez estuvo diligente informando. Se quemaba la isla y no el PP, dijo José Miguel Pérez, y de esas cosas no conviene sacar rédito político. Como nadie lo hizo cuando a Zaplana se le murieron seis personas en un incendio en Valencia siendo presidente de la Generalitat.