El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Asfixiar (hasta la muerte) al Centro de la Cultura
Si la crisis está siendo muy dura para todas las empresas, ¿qué contarles de los medios de comunicación desafectos al régimen? El Centro de la Cultura Popular Canaria (CCPC) probablemente cayó en desgracia antes de que las hipotecas basura estallaran en las manos de los especuladores y de que Soria empezara a decir chorradas acerca de los coches oficiales de los que no quiere bajarse ni con agua caliente. La perdición del CCPC ha sido montar su emisora de radio, San Borondón, un medio de comunicación humilde, pero libre y alternativo, que se ha abierto un hueco importante en la información y la opinión de Tenerife y de toda Canarias. A partir de ahí empezaron a caer en cascada las contrataciones para los actos públicos, los conciertos, las fiestas... empezaron a menguar hasta desaparecer las subvenciones públicas que ayudaron a situar el Centro en un lugar destacado de la promoción de la cultura isleña. CC y PP se comprometieron a apoyar una enmienda que enmendara la tendencia a su asfixia promovida desde los sectores más reaccionarios del régimen, pero los portavoces parlamentarios de ambos partidos quedaron desautorizados porque no hubo acuerdo. Ahora, el Centro pide ayuda en el momento de estar a punto de fenecer. Porque nos tememos que la ayuda pública no llegará. ¿Podemos ayudar de alguna manera?
Si la crisis está siendo muy dura para todas las empresas, ¿qué contarles de los medios de comunicación desafectos al régimen? El Centro de la Cultura Popular Canaria (CCPC) probablemente cayó en desgracia antes de que las hipotecas basura estallaran en las manos de los especuladores y de que Soria empezara a decir chorradas acerca de los coches oficiales de los que no quiere bajarse ni con agua caliente. La perdición del CCPC ha sido montar su emisora de radio, San Borondón, un medio de comunicación humilde, pero libre y alternativo, que se ha abierto un hueco importante en la información y la opinión de Tenerife y de toda Canarias. A partir de ahí empezaron a caer en cascada las contrataciones para los actos públicos, los conciertos, las fiestas... empezaron a menguar hasta desaparecer las subvenciones públicas que ayudaron a situar el Centro en un lugar destacado de la promoción de la cultura isleña. CC y PP se comprometieron a apoyar una enmienda que enmendara la tendencia a su asfixia promovida desde los sectores más reaccionarios del régimen, pero los portavoces parlamentarios de ambos partidos quedaron desautorizados porque no hubo acuerdo. Ahora, el Centro pide ayuda en el momento de estar a punto de fenecer. Porque nos tememos que la ayuda pública no llegará. ¿Podemos ayudar de alguna manera?