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Audiencia con Ruano, González Ortíz y con Paulino

Porque, efectivamente, Lourdes Quesada y Guillermo Martinón, o a la inversa, que tanto monta, monta tanto, se lo han hecho de víctimas, de perseguidos por una horda fanática de periodistas que los han acusado de las cosas más truculentas en relación con el concurso de la hemodiálisis o los pluses de productividad repartidos a barullo. Y sus primeros kiries fueron aceptados como veraces por un montón de funcionarios y de políticos que creyeron que todo se debía a una campaña mediática iniciada por alguna de las empresas perdedoras en el concursito de marras. Todos dudaban de que la profesionalidad y la capacidad de trabajo de ambos, especialmente de la señora Quesada, pudiera haberse torcido de tal manera que hasta pudiera atribuírseles haber manipulado las bases de esa licitación de 124,7 millones de euros para propiciar que una empresa inmobiliaria pudiera concursar y ganar. Pero a todos se les ha ido cayendo la venda de los ojos a medida que van conociendo detalles, y ya hay muy pocos que los crean. Sólo les queda Ruano, que se mantiene firme por motivos distintos a la confianza ciega. Él, consejero de Presidencia, Justicia y Seguridad, es el único que los sigue escuchando después de haberlo intentado en diversas audiencias con Paulino Rivero y con su mano derecha en Presidencia, Javier González Ortiz.

Porque, efectivamente, Lourdes Quesada y Guillermo Martinón, o a la inversa, que tanto monta, monta tanto, se lo han hecho de víctimas, de perseguidos por una horda fanática de periodistas que los han acusado de las cosas más truculentas en relación con el concurso de la hemodiálisis o los pluses de productividad repartidos a barullo. Y sus primeros kiries fueron aceptados como veraces por un montón de funcionarios y de políticos que creyeron que todo se debía a una campaña mediática iniciada por alguna de las empresas perdedoras en el concursito de marras. Todos dudaban de que la profesionalidad y la capacidad de trabajo de ambos, especialmente de la señora Quesada, pudiera haberse torcido de tal manera que hasta pudiera atribuírseles haber manipulado las bases de esa licitación de 124,7 millones de euros para propiciar que una empresa inmobiliaria pudiera concursar y ganar. Pero a todos se les ha ido cayendo la venda de los ojos a medida que van conociendo detalles, y ya hay muy pocos que los crean. Sólo les queda Ruano, que se mantiene firme por motivos distintos a la confianza ciega. Él, consejero de Presidencia, Justicia y Seguridad, es el único que los sigue escuchando después de haberlo intentado en diversas audiencias con Paulino Rivero y con su mano derecha en Presidencia, Javier González Ortiz.