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La avaricia tuvo una excepción

Aquel comentario inaugural de Chavanel en la radio sirvió para hacer un repaso por lo que desde ese momento él mismo bautizó como el Clan de la Avaricia, en el que, por supuesto, incluía desde el principio a Juan Francisco García como componedor mediático del invento. A García lo colocaba desde entonces en todas las operaciones sospechosas, pero dejó fuera la compra de Binter porque el presidente de Canarias7 no quería dar mala imagen ante los jueces y fiscales que le investigaban. Esto fue lo que dijo de esa operación Chavanel: “García, que primero dijo que sí, no se atrevió por temor a parecer ante los jueces, fiscales, y opinión pública en general, como demasiado avaricioso, en un instante donde aún no se había sustanciado la querella que, curiosamente, había impulsado Mauricio en el año 2000, en la que le acusaba de haber causado un quebranto patrimonial a la Caja de Ahorros en casi 6.000 millones de pesetas”. Redondeó para arriba, porque como puede leerse en la página 60 de la querella, el quebranto producido por García fue exactamente de 5.681.205.000 pesetas. Dejamos aparte la indemnización y el plan de pensiones, que el mismo radiopredicador cifró en 800 millones de los de antes.

Aquel comentario inaugural de Chavanel en la radio sirvió para hacer un repaso por lo que desde ese momento él mismo bautizó como el Clan de la Avaricia, en el que, por supuesto, incluía desde el principio a Juan Francisco García como componedor mediático del invento. A García lo colocaba desde entonces en todas las operaciones sospechosas, pero dejó fuera la compra de Binter porque el presidente de Canarias7 no quería dar mala imagen ante los jueces y fiscales que le investigaban. Esto fue lo que dijo de esa operación Chavanel: “García, que primero dijo que sí, no se atrevió por temor a parecer ante los jueces, fiscales, y opinión pública en general, como demasiado avaricioso, en un instante donde aún no se había sustanciado la querella que, curiosamente, había impulsado Mauricio en el año 2000, en la que le acusaba de haber causado un quebranto patrimonial a la Caja de Ahorros en casi 6.000 millones de pesetas”. Redondeó para arriba, porque como puede leerse en la página 60 de la querella, el quebranto producido por García fue exactamente de 5.681.205.000 pesetas. Dejamos aparte la indemnización y el plan de pensiones, que el mismo radiopredicador cifró en 800 millones de los de antes.