El banco que jugó al golf

Nueva entrega del culebrón en que amenaza con convertirse la caducidad de la concesión del Club de Golf de Bandama, propiedad del Cabildo. Su presidente más señero, Diego Cambreleng, firmó hace una quincena de años un préstamo con el Banco Bilbao Vizcaya (BBVA), y al parecer ofreció como garantía las instalaciones sociales del club, lo único que ha sido propiedad de los socios. Tras leer aquí la noticia, un apoderado del banco fue corriendo el jueves a Bandama a ver si alguien le podía enseñar documentos, más que nada para saber si hay garantías para cobrar lo que resta. Son gente seria, como sabe el banco, porque fue un asesor legal suyo, que a su vez era directivo del club, quien tramitó la operación. No se puede responder con las instalaciones porque, a pesar de haberlas sufragado los socios, pasarán a manos del Cabildo como mejoras en la concesión. Pero seguro que lo arreglan satisfactoriamente.

Nueva entrega del culebrón en que amenaza con convertirse la caducidad de la concesión del Club de Golf de Bandama, propiedad del Cabildo. Su presidente más señero, Diego Cambreleng, firmó hace una quincena de años un préstamo con el Banco Bilbao Vizcaya (BBVA), y al parecer ofreció como garantía las instalaciones sociales del club, lo único que ha sido propiedad de los socios. Tras leer aquí la noticia, un apoderado del banco fue corriendo el jueves a Bandama a ver si alguien le podía enseñar documentos, más que nada para saber si hay garantías para cobrar lo que resta. Son gente seria, como sabe el banco, porque fue un asesor legal suyo, que a su vez era directivo del club, quien tramitó la operación. No se puede responder con las instalaciones porque, a pesar de haberlas sufragado los socios, pasarán a manos del Cabildo como mejoras en la concesión. Pero seguro que lo arreglan satisfactoriamente.