El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Benemérito papelón
Se le pueden encontrar mil razones, y seguramente todas bienintencionadas, pero la Guardia Civil debió haber empleado otro método para llamar la atención sobre el caso Yeremi cuando están a punto de cumplirse los cinco años desde la desaparición del menor en Vecindario (Santa Lucía de Tirajana). La filtración del fin de semana de una rueda de prensa que se anunciaba como novedosa hizo que los medios de comunicación canarios, e incluso algunos de circulación nacional, alimentaran la teoría de que el instituto armado había localizado, efectivamente, nuevas pruebas que aconsejaban reclamar la colaboración ciudadana para ponerlas en relación con las pistas ya verificadas. Hablar de un coche y de prendas de vestir condujo a especular sobre el hallazgo de ambos elementos, el uno dentro del otro, lo que resultó ser absolutamente falso. Ni ha aparecido un Opel Corsa blanco ni se han encontrado las prendas que vestía Yeremi el día que presuntamente fue secuestrado ante la casa de su familia. No ha habido ninguna novedad y lo único que ha conseguido la Guardia Civil con su comparecencia es que a partir de ahora quien tenga un Opel Corsa blanco pase a estar bajo la auscultación de cualquiera que quiera ver en sus usuarios algún comportamiento sospechoso. Si la Guardia Civil pretendía con esta salida pública reactivar el caso para que no caiga en el olvido, lo primero que debe hacer es encontrar algún elemento que anime a la Justicia a reabrir una causa que quedó sobreseida provisionalmente en noviembre de 2011. Porque el caso Yeremi, a los efectos de la investigación judicial, está en estos momentos archivado por ausencia de cualquier posibilidad de aclararlo.
Se le pueden encontrar mil razones, y seguramente todas bienintencionadas, pero la Guardia Civil debió haber empleado otro método para llamar la atención sobre el caso Yeremi cuando están a punto de cumplirse los cinco años desde la desaparición del menor en Vecindario (Santa Lucía de Tirajana). La filtración del fin de semana de una rueda de prensa que se anunciaba como novedosa hizo que los medios de comunicación canarios, e incluso algunos de circulación nacional, alimentaran la teoría de que el instituto armado había localizado, efectivamente, nuevas pruebas que aconsejaban reclamar la colaboración ciudadana para ponerlas en relación con las pistas ya verificadas. Hablar de un coche y de prendas de vestir condujo a especular sobre el hallazgo de ambos elementos, el uno dentro del otro, lo que resultó ser absolutamente falso. Ni ha aparecido un Opel Corsa blanco ni se han encontrado las prendas que vestía Yeremi el día que presuntamente fue secuestrado ante la casa de su familia. No ha habido ninguna novedad y lo único que ha conseguido la Guardia Civil con su comparecencia es que a partir de ahora quien tenga un Opel Corsa blanco pase a estar bajo la auscultación de cualquiera que quiera ver en sus usuarios algún comportamiento sospechoso. Si la Guardia Civil pretendía con esta salida pública reactivar el caso para que no caiga en el olvido, lo primero que debe hacer es encontrar algún elemento que anime a la Justicia a reabrir una causa que quedó sobreseida provisionalmente en noviembre de 2011. Porque el caso Yeremi, a los efectos de la investigación judicial, está en estos momentos archivado por ausencia de cualquier posibilidad de aclararlo.