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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Están bonitos para criticar ayudas estatales

El discurso es de vergüenza. Aunque entre los miembros destacados del sanedrín soriano hay empresarios que siempre han alardeado de sacar adelante sus negocios sin ningún tipo de ayudas estatales, si uno repasa mentalmente las fotos de quienes han salido a la Cruzada Liberal AntiPaulinista y pone al lado las siglas RIC entenderán cómo los nuevos adalides de la emprendeduría desde cero, del riesgo del negocio, de las libertades del mercado, siempre han contado y cuentan ahora más que nunca con herramientas políticas y por tanto fiscales que al final les hace convertirse en una casta del todo vale, por encima del resto de mortales que tributa sus ganancias a Hacienda, y que durante lustros ha visto cómo se justifica desde todos lados la necesidad de que el empresario canario cuente con esa amnistía fiscal que es la Reserva para Inversiones de Canarias, con el fin de crear empleo y riqueza en su tierra. Lo que en palabras de otro ilustre de antaño era “devolver a mi tierra lo que mi tierra me ha dado”. Espere, espere... ¿Empresarios canarios creando ri...qué? A la vista, los resultados: salvando a tres o cuatro realmente poderosos, lo único que crean estos empresarios de los papeles son cenáculos y conspiranoias, según se puede colegir de la Encuesta de Población Activa en las Islas cada principio de mes, por supuesto.

El discurso es de vergüenza. Aunque entre los miembros destacados del sanedrín soriano hay empresarios que siempre han alardeado de sacar adelante sus negocios sin ningún tipo de ayudas estatales, si uno repasa mentalmente las fotos de quienes han salido a la Cruzada Liberal AntiPaulinista y pone al lado las siglas RIC entenderán cómo los nuevos adalides de la emprendeduría desde cero, del riesgo del negocio, de las libertades del mercado, siempre han contado y cuentan ahora más que nunca con herramientas políticas y por tanto fiscales que al final les hace convertirse en una casta del todo vale, por encima del resto de mortales que tributa sus ganancias a Hacienda, y que durante lustros ha visto cómo se justifica desde todos lados la necesidad de que el empresario canario cuente con esa amnistía fiscal que es la Reserva para Inversiones de Canarias, con el fin de crear empleo y riqueza en su tierra. Lo que en palabras de otro ilustre de antaño era “devolver a mi tierra lo que mi tierra me ha dado”. Espere, espere... ¿Empresarios canarios creando ri...qué? A la vista, los resultados: salvando a tres o cuatro realmente poderosos, lo único que crean estos empresarios de los papeles son cenáculos y conspiranoias, según se puede colegir de la Encuesta de Población Activa en las Islas cada principio de mes, por supuesto.