El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Bravo de Laguna corrige chulerías ajenas
El PP en el Cabildo de Gran Canaria tiene que cambiar sus modales de manera urgente. Entrar a todos los balones con las piernas por delante es falta y juego peligroso, lo que equivale a amarilla y, en casos extremos, a roja directa. De momento hay que sacarle amarilla a la actitud agreste de la consejera de Hacienda de esa institución, Rosa Rodríguez, que en estos pocos meses de regreso a la Casa Palacio Insular ya ha dado un par de muestras de que por ella no han pasado los años ni la experiencia. Sigue igual de brusca en sus relaciones internas y externas, con desplantes innecesarios y actitudes que no se corresponden con el buen gobierno de lo público. A la espantada que se le dio a la compañía Global, que se limitó a pedir al Cabildo lo que es suyo, la institución contestó hace unas semanas con cajas destempladas, acusando a la sociedad anónima laboral de ejercer una presión basada en la demagogia. Una vez asentada la polémica, tercia el presidente de la Corporación, José Miguel Bravo de Laguna, y donde otros pusieron acritud, él pone un arreglo. Global cobrará lo que se le debe, bien directamente y en metálico, o bien mediante la correspondiente toma de razón, con la que acudir a los bancos a buscar financiación. Y se le firmará el preceptivo contrato-programa, el que aparece en la ley del REF que algunos y algunas creen que es otra demagogia.
El PP en el Cabildo de Gran Canaria tiene que cambiar sus modales de manera urgente. Entrar a todos los balones con las piernas por delante es falta y juego peligroso, lo que equivale a amarilla y, en casos extremos, a roja directa. De momento hay que sacarle amarilla a la actitud agreste de la consejera de Hacienda de esa institución, Rosa Rodríguez, que en estos pocos meses de regreso a la Casa Palacio Insular ya ha dado un par de muestras de que por ella no han pasado los años ni la experiencia. Sigue igual de brusca en sus relaciones internas y externas, con desplantes innecesarios y actitudes que no se corresponden con el buen gobierno de lo público. A la espantada que se le dio a la compañía Global, que se limitó a pedir al Cabildo lo que es suyo, la institución contestó hace unas semanas con cajas destempladas, acusando a la sociedad anónima laboral de ejercer una presión basada en la demagogia. Una vez asentada la polémica, tercia el presidente de la Corporación, José Miguel Bravo de Laguna, y donde otros pusieron acritud, él pone un arreglo. Global cobrará lo que se le debe, bien directamente y en metálico, o bien mediante la correspondiente toma de razón, con la que acudir a los bancos a buscar financiación. Y se le firmará el preceptivo contrato-programa, el que aparece en la ley del REF que algunos y algunas creen que es otra demagogia.