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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Los Bravo se reagrupan

Era de esperar el abandono de la política municipal por parte de Lucas Bravo de Laguna, que anunció este jueves urbi et orbi que ya no subirá a Santa Brígida una o ninguna vez por semana a atender las necesidades de la alcaldía de esa villa del centro de Gran Canaria. El joven Bravo de Laguna se concentrará en el Cabildo, es decir, en la política insular, sin que por ello haya de quedar descartado el salto a otros destinos políticos dentro ?de momento- de esta autonomía. No es que Santa Brígida pueda ser crucial en el futuro electoral de Gran Canaria, pero la conjunción de esa villa con el apellido Bravo de Laguna y el partido al que pertenecen padre (José Miguel) e hijo (Lucas), el PP, pone a los nervios a más de uno, incluido José Manuel Soria y sus mariachis. Ganar el Cabildo requiere obtener unos buenos resultados en la capital, pero también en muchos municipios, y la previsible pérdida de la mayoría absoluta en Santa Brígida no suma precisamente. Una encuesta realizada a escondidas por los Bravo refleja una pérdida de respaldo del vecino satauteño a las siglas de la gaviota, que a día de hoy, sin embargo, conservaría la mayoría absoluta por los pelos. No contempla esa encuesta, de la que enseguida daremos más datos, que al frente de la lista del PP vaya en 2015 otra persona distinta a Lucas Bravo de Laguna, en el caso que nos ocupa Beatriz Santana, la que ha sido ungida sustituta saltándose al natural número dos por motivos que constituyen un arcano para el público municipal y espeso. Los Bravo de Laguna se preparan para lo que pueda ocurrir en 2015 conscientes de que del melón que se abra puede salir cualquier cosa, incluso que alguno de los dos (el padre, probablemente) tenga que abandonar a favor del otro (el hijo, of course). Hasta han llegado a pulsar la remota posibilidad de presentarse al Cabildo grancanario fuera del PP, lo que los expertos demoscópicos les han desaconsejado de inmediato ante el riesgo cierto de no pasar ?aun aliándose con alcaldes irritados con Soria y sus mariachis- de cuatro o cinco consejeros en el mejor de los mundos. Así las cosas, se harán fuertes en la organización insular del partido y en el Cabildo, sacudiéndose de encima, eso sí, a Juan Domínguez al que formalmente han comunicado que cualquier favor que le debieran o debiesen ya ha sido suficientemente pagado. Ejem.

Era de esperar el abandono de la política municipal por parte de Lucas Bravo de Laguna, que anunció este jueves urbi et orbi que ya no subirá a Santa Brígida una o ninguna vez por semana a atender las necesidades de la alcaldía de esa villa del centro de Gran Canaria. El joven Bravo de Laguna se concentrará en el Cabildo, es decir, en la política insular, sin que por ello haya de quedar descartado el salto a otros destinos políticos dentro ?de momento- de esta autonomía. No es que Santa Brígida pueda ser crucial en el futuro electoral de Gran Canaria, pero la conjunción de esa villa con el apellido Bravo de Laguna y el partido al que pertenecen padre (José Miguel) e hijo (Lucas), el PP, pone a los nervios a más de uno, incluido José Manuel Soria y sus mariachis. Ganar el Cabildo requiere obtener unos buenos resultados en la capital, pero también en muchos municipios, y la previsible pérdida de la mayoría absoluta en Santa Brígida no suma precisamente. Una encuesta realizada a escondidas por los Bravo refleja una pérdida de respaldo del vecino satauteño a las siglas de la gaviota, que a día de hoy, sin embargo, conservaría la mayoría absoluta por los pelos. No contempla esa encuesta, de la que enseguida daremos más datos, que al frente de la lista del PP vaya en 2015 otra persona distinta a Lucas Bravo de Laguna, en el caso que nos ocupa Beatriz Santana, la que ha sido ungida sustituta saltándose al natural número dos por motivos que constituyen un arcano para el público municipal y espeso. Los Bravo de Laguna se preparan para lo que pueda ocurrir en 2015 conscientes de que del melón que se abra puede salir cualquier cosa, incluso que alguno de los dos (el padre, probablemente) tenga que abandonar a favor del otro (el hijo, of course). Hasta han llegado a pulsar la remota posibilidad de presentarse al Cabildo grancanario fuera del PP, lo que los expertos demoscópicos les han desaconsejado de inmediato ante el riesgo cierto de no pasar ?aun aliándose con alcaldes irritados con Soria y sus mariachis- de cuatro o cinco consejeros en el mejor de los mundos. Así las cosas, se harán fuertes en la organización insular del partido y en el Cabildo, sacudiéndose de encima, eso sí, a Juan Domínguez al que formalmente han comunicado que cualquier favor que le debieran o debiesen ya ha sido suficientemente pagado. Ejem.