El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Café La Unión, donde empezó casi todo
Con la paciencia de un orfebre, nuestro compañero Alexis González está desmenuzando el sumario de la operación Unión, un auténtico manual del buen mafioso y un ejemplo de una investigación minuciosa y esforzada de la Guardia Civil. De lo que se va sabiendo de esta instrucción ya estamos en condiciones de contarles el por qué del nombre escogido: se corresponde con el del café La Unión, situado en La Plazuela o plaza de la Constitución de Arrecife. Allí se vieron a mediodía del 5 de junio de 2008 los empresarios Fernando Becerra y Luis Lleó a comentar la segunda entrevista que el primero de ellos acababa de sostener con el consejero de Ordenación del Territorio del Cabildo, Carlos Espino, denunciante de la trama. Era la primera que el dirigente socialista pudo grabar con autorización judicial. Tras ese encuentro en La Unión, que Lleó abandonó por una puerta trasera, Becerra telefoneó a Espino para contarle que ya tenía la hoja de ruta para el trato que le ofrecía: la mitad de una comisión millonaria (450.000 euros) a cambio de desbloquear el Plan Parcial Costa Roja, que Lleó vendería al empresario Juan Francisco Rosa por 18 millones.
Con la paciencia de un orfebre, nuestro compañero Alexis González está desmenuzando el sumario de la operación Unión, un auténtico manual del buen mafioso y un ejemplo de una investigación minuciosa y esforzada de la Guardia Civil. De lo que se va sabiendo de esta instrucción ya estamos en condiciones de contarles el por qué del nombre escogido: se corresponde con el del café La Unión, situado en La Plazuela o plaza de la Constitución de Arrecife. Allí se vieron a mediodía del 5 de junio de 2008 los empresarios Fernando Becerra y Luis Lleó a comentar la segunda entrevista que el primero de ellos acababa de sostener con el consejero de Ordenación del Territorio del Cabildo, Carlos Espino, denunciante de la trama. Era la primera que el dirigente socialista pudo grabar con autorización judicial. Tras ese encuentro en La Unión, que Lleó abandonó por una puerta trasera, Becerra telefoneó a Espino para contarle que ya tenía la hoja de ruta para el trato que le ofrecía: la mitad de una comisión millonaria (450.000 euros) a cambio de desbloquear el Plan Parcial Costa Roja, que Lleó vendería al empresario Juan Francisco Rosa por 18 millones.