El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
La Caja, factoría de prejubilaciones
Los cerebros que ocupan la dirección de la Caja Insular de Ahorros de Canarias no se están quietos, no, qué va. Más bien se diría que andan moviendo las neuronas a un ritmo frenético buscando lo que nadie en el mundo de la banca ha encontrado jamás. Empeñados como andan en amargar la vida a los trabajadores, van camino de patentar un nuevo procedimiento de prejubilación que, de implantarse, marcará un antes y un después, no hay duda. Consiste tal método en convencer por las buenas al trabajador de que se mande a mudar y empiece a pagar de su bolsillo las cuotas de la Seguridad Social sin percibir un euro. Luego, al llegar a los 65 años, empezar a recibir la paga correspondiente. Un invento del quince, ¿verdad? De momento no ha picado ni uno.
Los cerebros que ocupan la dirección de la Caja Insular de Ahorros de Canarias no se están quietos, no, qué va. Más bien se diría que andan moviendo las neuronas a un ritmo frenético buscando lo que nadie en el mundo de la banca ha encontrado jamás. Empeñados como andan en amargar la vida a los trabajadores, van camino de patentar un nuevo procedimiento de prejubilación que, de implantarse, marcará un antes y un después, no hay duda. Consiste tal método en convencer por las buenas al trabajador de que se mande a mudar y empiece a pagar de su bolsillo las cuotas de la Seguridad Social sin percibir un euro. Luego, al llegar a los 65 años, empezar a recibir la paga correspondiente. Un invento del quince, ¿verdad? De momento no ha picado ni uno.