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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Caja Madrid se lleva la operación

Deberían grabar las comisiones informativas del Cabildo grancanario, sobre todo en estos últimos meses de legislatura en los que quedan tantas cosas por resolver y la leche a punto de rebosar. En la Comisión de Hacienda en la que Angulo y Víctor Rodríguez tuvieron que defender la operación de tapadera de agujeros de la Fundación Orquesta Filarmónica, el consejero de Cultura y Deportes y presidente de la mentada fundación, se mostró quejoso de muchas cosas. Entre otras, de que La Caja le afloje cien kilos de los de antes al Auditorio Alfredo Kraus y sólo un par de ellos a la Orquesta Filarmónica. Se quejó de la actitud de gestores cajísticos de tiempos pretéritos, pero también de que la mejor oferta para el nuevo préstamo haya venido de Caja Madrid, y no de La Caja que él creía tener tan de su mano. Confesó que el plan de saneamiento de la Orquesta Filarmónica no se lo cree nadie y que con él no está siquiera garantizada la aplicación del convenio con los músicos, un colectivo que ya le montó un número del quince y para el que habrá que buscar el dinero por donde sea. Es una pena que nadie se haya fijado en otra persona para arreglar las cuentas de la UD Las Palmas.

Deberían grabar las comisiones informativas del Cabildo grancanario, sobre todo en estos últimos meses de legislatura en los que quedan tantas cosas por resolver y la leche a punto de rebosar. En la Comisión de Hacienda en la que Angulo y Víctor Rodríguez tuvieron que defender la operación de tapadera de agujeros de la Fundación Orquesta Filarmónica, el consejero de Cultura y Deportes y presidente de la mentada fundación, se mostró quejoso de muchas cosas. Entre otras, de que La Caja le afloje cien kilos de los de antes al Auditorio Alfredo Kraus y sólo un par de ellos a la Orquesta Filarmónica. Se quejó de la actitud de gestores cajísticos de tiempos pretéritos, pero también de que la mejor oferta para el nuevo préstamo haya venido de Caja Madrid, y no de La Caja que él creía tener tan de su mano. Confesó que el plan de saneamiento de la Orquesta Filarmónica no se lo cree nadie y que con él no está siquiera garantizada la aplicación del convenio con los músicos, un colectivo que ya le montó un número del quince y para el que habrá que buscar el dinero por donde sea. Es una pena que nadie se haya fijado en otra persona para arreglar las cuentas de la UD Las Palmas.