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Canal 9, rentable y público

La entrevista tiene momentos realmente memorables, no porque los fuerce el entrevistador, que no aparenta querer tener ningún problema con el molt honorable president, sino porque el entrevistado se siente tan seguro y tan en buenas manos que se relaja y deja fluir ese verbo con el que se describe a la perfección la gran talla política de quien lo pronuncia. No tiene desperdicio el resorte que movió en 1982 a Camps a meterse en política: “Para frenar al socialismo, que sólo trae miseria y le falta seriedad”. Como tampoco lo tiene la respuesta a la pregunta de qué le enorgullece más de sus ocho años de presidente de la Comunitat: “El cariño y el afecto de los compañeros”. Ciertamente entrañable, de eso no hay duda. Pero la ñoñería absurda más propia de Miss Levante que de un presidente autonómico se transforma en choteo cuando proclama entusiasmado que él es capaz de hacer rentable a la televisión pública valenciana, tan manipulada que jamás ha ofrecido una sola pieza sobre el caso Gürtell. La hará “viable y seguirá siendo pública”, sostiene. La fórmula, según explica Camps con esa profundidad en la reflexión que subyuga, es que tenga más publicidad. ¡Venga! ¡Qué idea, Paco! ¿Cómo no se le había ocurrido a nadie antes? Es el primer líder del PP al que leemos que no quiera privatizar las televisiones públicas, empezando por las autonómicas (lo sostienen Soria y Cospedal) y terminando con TVE. Porque para que estén manipuladas por los malditos socialistas, que las manipulen los amigos, que son mucho más eficaces. Y reparten.

La entrevista tiene momentos realmente memorables, no porque los fuerce el entrevistador, que no aparenta querer tener ningún problema con el molt honorable president, sino porque el entrevistado se siente tan seguro y tan en buenas manos que se relaja y deja fluir ese verbo con el que se describe a la perfección la gran talla política de quien lo pronuncia. No tiene desperdicio el resorte que movió en 1982 a Camps a meterse en política: “Para frenar al socialismo, que sólo trae miseria y le falta seriedad”. Como tampoco lo tiene la respuesta a la pregunta de qué le enorgullece más de sus ocho años de presidente de la Comunitat: “El cariño y el afecto de los compañeros”. Ciertamente entrañable, de eso no hay duda. Pero la ñoñería absurda más propia de Miss Levante que de un presidente autonómico se transforma en choteo cuando proclama entusiasmado que él es capaz de hacer rentable a la televisión pública valenciana, tan manipulada que jamás ha ofrecido una sola pieza sobre el caso Gürtell. La hará “viable y seguirá siendo pública”, sostiene. La fórmula, según explica Camps con esa profundidad en la reflexión que subyuga, es que tenga más publicidad. ¡Venga! ¡Qué idea, Paco! ¿Cómo no se le había ocurrido a nadie antes? Es el primer líder del PP al que leemos que no quiera privatizar las televisiones públicas, empezando por las autonómicas (lo sostienen Soria y Cospedal) y terminando con TVE. Porque para que estén manipuladas por los malditos socialistas, que las manipulen los amigos, que son mucho más eficaces. Y reparten.