Ese candidato que cobró 8.000 euros

Su nombre aparece en dos ocasiones en el listado de funcionarios beneficiados por el reparto de 660.000 euros de pluses del Servicio Canario de Salud, y la oposición socialista ya anda preguntando a Fernando Bañolas por los criterios aplicados para que al candidato de Coalición Canaria a la alcaldía de Santa Lucía de Tirajana se le hayan aflojado 8.000 euros por su ímprobo esfuerzo por encontrar una fórmula con la que reducir las bajas por incapacidad temporal en las plantillas de las empresas públicas y privadas canarias. Santiago Rodríguez, efectivamente, forma parte de esa nómina de privilegiados destinatarios de los pluses de productividad pagados a finales de 2010 en el Servicio Canario de Salud, lo que no significa que el hombre no sea merecedor de la gratificación, que para eso es psicólogo adscrito a la causa. Lo malo es que, siendo candidato como es gracias al acuerdo de CC con la formación política La Fortaleza, de la que forma parte, va a tener que explicarlo todo menudo para que sus adversarios no se le tiren al cuello.

Su nombre aparece en dos ocasiones en el listado de funcionarios beneficiados por el reparto de 660.000 euros de pluses del Servicio Canario de Salud, y la oposición socialista ya anda preguntando a Fernando Bañolas por los criterios aplicados para que al candidato de Coalición Canaria a la alcaldía de Santa Lucía de Tirajana se le hayan aflojado 8.000 euros por su ímprobo esfuerzo por encontrar una fórmula con la que reducir las bajas por incapacidad temporal en las plantillas de las empresas públicas y privadas canarias. Santiago Rodríguez, efectivamente, forma parte de esa nómina de privilegiados destinatarios de los pluses de productividad pagados a finales de 2010 en el Servicio Canario de Salud, lo que no significa que el hombre no sea merecedor de la gratificación, que para eso es psicólogo adscrito a la causa. Lo malo es que, siendo candidato como es gracias al acuerdo de CC con la formación política La Fortaleza, de la que forma parte, va a tener que explicarlo todo menudo para que sus adversarios no se le tiren al cuello.