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Cardona y sus indecisiones

Si los cálculos no nos fallan, ya van por tres las posturas que ha adoptado el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria sobre la declaración de zonas de gran afluencia turística en la ciudad, ya saben, esa consideración que permitiría a las agraciadas abrir todos los días del año. Culpando como siempre al Gobierno canario de sus indecisiones, Juan José Cardona empezó por solicitar en diciembre de 2012 que esas zonas fueran exclusivamente Triana y Puerto-Canteras, excluyendo de ellas centros comerciales. Luego debió recibir algún severo tirón de orejas ?vaya usted a saber de quién- y en pocos días remitió a la Dirección General de Comercio una segunda propuesta: todos los centros comerciales de la ciudad, incluidos los que lindan con Telde. Fue entonces cuando se le lanzaron al cuello desde la patronal del comercio y las pymes, Cacapyme, lo que le condujo a endosarle al Gobierno la papa caliente y decirle a Gustavo Matos que lo resolviera. Desde el Gobierno le contestaron que vale, pero que no todas las zonas comerciales cumplen los parámetros legales y objetivos y que convenía, aplicando la solución más amplia, autorizar solamente Triana, Mesa y López y Puerto Canteras, con el añadido en estas dos últimas de los centros comerciales El Corte Inglés, El Muelle y Las Arenas. Cuando parecía que por ahí podrían ir los tiros, este martes se ha descolgado el señor alcalde con una salida bastante pintoresca: deja fuera la histórica zona comercial de Triana y limitar las zonas de gran afluencia turística a Mesa y López y Puerto-Canteras, pero añadiendo El Corte Inglés y el centro comercial El Muelle, y dejando fuera Las Arenas. No contento con este nuevo giro a sus propuestas, el muy alcalde lo fía todo a la recuperación del turismo por la vía del incremento de visitantes que lleguen en cruceros, cuando es norma comúnmente aceptada que esa no es la panacea, precisamente. Anda Cardona entusiasmado con el foco económico que supone el Puerto gracias a la sintonía que ha encontrado con un presidente de la Autoridad Portuaria que, dados los antecedentes, no es un marciano. Nos referimos a Luis Ibarra, al que hay que atribuir una gran parte de los éxitos que se están cosechando en la ansiada confluencia del recinto con la ciudad, el incremento del turismo de cruceros y las nuevas ofertas en el área, como el prometido acuario que va a poner en marcha la compañía Loro Parque.

Si los cálculos no nos fallan, ya van por tres las posturas que ha adoptado el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria sobre la declaración de zonas de gran afluencia turística en la ciudad, ya saben, esa consideración que permitiría a las agraciadas abrir todos los días del año. Culpando como siempre al Gobierno canario de sus indecisiones, Juan José Cardona empezó por solicitar en diciembre de 2012 que esas zonas fueran exclusivamente Triana y Puerto-Canteras, excluyendo de ellas centros comerciales. Luego debió recibir algún severo tirón de orejas ?vaya usted a saber de quién- y en pocos días remitió a la Dirección General de Comercio una segunda propuesta: todos los centros comerciales de la ciudad, incluidos los que lindan con Telde. Fue entonces cuando se le lanzaron al cuello desde la patronal del comercio y las pymes, Cacapyme, lo que le condujo a endosarle al Gobierno la papa caliente y decirle a Gustavo Matos que lo resolviera. Desde el Gobierno le contestaron que vale, pero que no todas las zonas comerciales cumplen los parámetros legales y objetivos y que convenía, aplicando la solución más amplia, autorizar solamente Triana, Mesa y López y Puerto Canteras, con el añadido en estas dos últimas de los centros comerciales El Corte Inglés, El Muelle y Las Arenas. Cuando parecía que por ahí podrían ir los tiros, este martes se ha descolgado el señor alcalde con una salida bastante pintoresca: deja fuera la histórica zona comercial de Triana y limitar las zonas de gran afluencia turística a Mesa y López y Puerto-Canteras, pero añadiendo El Corte Inglés y el centro comercial El Muelle, y dejando fuera Las Arenas. No contento con este nuevo giro a sus propuestas, el muy alcalde lo fía todo a la recuperación del turismo por la vía del incremento de visitantes que lleguen en cruceros, cuando es norma comúnmente aceptada que esa no es la panacea, precisamente. Anda Cardona entusiasmado con el foco económico que supone el Puerto gracias a la sintonía que ha encontrado con un presidente de la Autoridad Portuaria que, dados los antecedentes, no es un marciano. Nos referimos a Luis Ibarra, al que hay que atribuir una gran parte de los éxitos que se están cosechando en la ansiada confluencia del recinto con la ciudad, el incremento del turismo de cruceros y las nuevas ofertas en el área, como el prometido acuario que va a poner en marcha la compañía Loro Parque.