El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Más caro que la prejubilación
Es curioso comprobar que el despido llegó poco después de que le ofrecieran a Quevedo la prejubilación (tiene 62 años), una fórmula mucho menos onerosa para la empresa que la que finalmente ha adoptado, un despido improcedente. Quevedo había pedido tiempo para pensárselo y que no lo prejubilaran, en todo caso, antes de marzo, que es cuando cumple los 63. Pero a los nuevos gestores de Infecar, novietes incluidos, estas cosas de los costes con dinero público, del respeto a las personas y de los derechos de los trabajadores, no les quitan el sueño. Hasta lo podían haber llamado por teléfono para avisarle de que le habían mandado un burofax, más que nada porque con anterioridad conocían el despido todos los trabajadores de la Feria, reunidos por la dirección para comunicarles la escabechina.
Es curioso comprobar que el despido llegó poco después de que le ofrecieran a Quevedo la prejubilación (tiene 62 años), una fórmula mucho menos onerosa para la empresa que la que finalmente ha adoptado, un despido improcedente. Quevedo había pedido tiempo para pensárselo y que no lo prejubilaran, en todo caso, antes de marzo, que es cuando cumple los 63. Pero a los nuevos gestores de Infecar, novietes incluidos, estas cosas de los costes con dinero público, del respeto a las personas y de los derechos de los trabajadores, no les quitan el sueño. Hasta lo podían haber llamado por teléfono para avisarle de que le habían mandado un burofax, más que nada porque con anterioridad conocían el despido todos los trabajadores de la Feria, reunidos por la dirección para comunicarles la escabechina.