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Opinión - Un tercio de los españoles no entienden lo que leen. Por Rosa María Artal

Carolina Déniz, en capilla

María Isabel Déniz se derrumbó ante el juez Pamparacuatro cuando escuchó de boca del fiscal Ignacio Stampa la petición de prisión preventiva. Le habían avisado de que iba a ser detenida, y durante unos días se dedicó, en compañía de sus más íntimos colaboradores y familiares, a prepararse para pasar ese amargo trance de 72 horas en un calabozo. Luego debió llegar la prometida libertad con cargos y, tras ellas, nuevas sesiones con Fernández Camero para estudiar la estrategia a seguir, analizar la información que pudiera llegar del sumario secreto y soltar todo el lastre posible a diestra y siniestra. Pero esa orden de prisión trastocó todos los planes, que se complicaron aún más cuando otro de los detenidos, Jacinto Álvarez, de Urbaser, confesó que sabía que iba a ser detenido y que había sido la ex alcaldesa de Arrecife la que le había prevenido. Todas las miradas se dirigen a Carolina Déniz, viceconsejera de Justicia, como posible alma caritativa en dirección a su hermana, lo que unido a su participación en un viaje a Marruecos en diciembre de 2005, presuntamente a invitación de FCC, han colocado en el disparadero a esta íntima colaboradora del consejero José Miguel Ruano. En Coalición Canaria ya son más las voces que sugieren su dimisión que las que le piden que aguante. Pero, de haber sido Carolina Déniz la que avisó de las detenciones, ¿cómo lo supo la viceconsejera?

María Isabel Déniz se derrumbó ante el juez Pamparacuatro cuando escuchó de boca del fiscal Ignacio Stampa la petición de prisión preventiva. Le habían avisado de que iba a ser detenida, y durante unos días se dedicó, en compañía de sus más íntimos colaboradores y familiares, a prepararse para pasar ese amargo trance de 72 horas en un calabozo. Luego debió llegar la prometida libertad con cargos y, tras ellas, nuevas sesiones con Fernández Camero para estudiar la estrategia a seguir, analizar la información que pudiera llegar del sumario secreto y soltar todo el lastre posible a diestra y siniestra. Pero esa orden de prisión trastocó todos los planes, que se complicaron aún más cuando otro de los detenidos, Jacinto Álvarez, de Urbaser, confesó que sabía que iba a ser detenido y que había sido la ex alcaldesa de Arrecife la que le había prevenido. Todas las miradas se dirigen a Carolina Déniz, viceconsejera de Justicia, como posible alma caritativa en dirección a su hermana, lo que unido a su participación en un viaje a Marruecos en diciembre de 2005, presuntamente a invitación de FCC, han colocado en el disparadero a esta íntima colaboradora del consejero José Miguel Ruano. En Coalición Canaria ya son más las voces que sugieren su dimisión que las que le piden que aguante. Pero, de haber sido Carolina Déniz la que avisó de las detenciones, ¿cómo lo supo la viceconsejera?