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Una carta al alcalde

El alcalde de Las Palmas de Gran Canaria ha recibido una elegante e irreprochable carta de un letrado consistorial, cuyo nombre obviamos porque no nos ha autorizado a revelarlo, en la que se afean a Saavedra sus elogios al letrado Úbeda. Entre otras cuestiones, el funcionario recuerda que “somos numerosos los letrados que ganamos pleitos y también los perdemos cuando nos enfrentamos a los Ayuntamientos, Cabildos, Gobiernos Autónomos y a la Administración del Estado; omite o ignora el alcalde que previamente le fueron desestimados por la misma Sala de lo Contencioso Administrativo al mismo recurrente dos recursos, normal consecuencia de los vaivenes de las acciones contenciosas, sin que ello suponga demérito alguno al indiscutible saber profesional del señor Úbeda Tarajano. Celebro del alcalde que, acreditando en este caso el señorío que se le presume, no haya expresado pública satisfacción por ello.

El alcalde de Las Palmas de Gran Canaria ha recibido una elegante e irreprochable carta de un letrado consistorial, cuyo nombre obviamos porque no nos ha autorizado a revelarlo, en la que se afean a Saavedra sus elogios al letrado Úbeda. Entre otras cuestiones, el funcionario recuerda que “somos numerosos los letrados que ganamos pleitos y también los perdemos cuando nos enfrentamos a los Ayuntamientos, Cabildos, Gobiernos Autónomos y a la Administración del Estado; omite o ignora el alcalde que previamente le fueron desestimados por la misma Sala de lo Contencioso Administrativo al mismo recurrente dos recursos, normal consecuencia de los vaivenes de las acciones contenciosas, sin que ello suponga demérito alguno al indiscutible saber profesional del señor Úbeda Tarajano. Celebro del alcalde que, acreditando en este caso el señorío que se le presume, no haya expresado pública satisfacción por ello.