Canarias Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
Gobierno y PP reducen a un acuerdo mínimo en vivienda la Conferencia de Presidentes
Incertidumbre en los Altos del Golán mientras las tropas israelíes se adentran en Siria
Opinión - ¡Con los jueces hemos topado! Por Esther Palomera

El 'caso Eolo' de nunca acabar

Fue, desde su estallido en 2006, el primer escándalo de corrupción sonado de esta etapa democrática en Canarias. El caso Eolo conmocionó a la sociedad canaria, poco acostumbrada a que se investigara a los políticos, que se intervinieran teléfonos y que se produjeran masivas detenciones de personajes distintos a la clientela habitual de los juzgados isleños. A punto de cumplirse cuatro años de aquella detención de un director general del PP, Celso Perdomo, y de varias personas más tras descubrirse una trama corrupta montada alrededor del negocio de la energía eólica, el caso sigue trayendo cola. El juicio contra todos los implicados del caso Eolo continúa sin celebrarse, y no por la larga instrucción, sino por la batería de recursos que permanentemente han planteado -y siguen planteando- los abogados defensores, que aún confían en anular algunas pruebas practicadas. Mientras llega la vista, dos acontecimientos en una misma semana devuelven el asunto a la primera página de los periódicos.

Fue, desde su estallido en 2006, el primer escándalo de corrupción sonado de esta etapa democrática en Canarias. El caso Eolo conmocionó a la sociedad canaria, poco acostumbrada a que se investigara a los políticos, que se intervinieran teléfonos y que se produjeran masivas detenciones de personajes distintos a la clientela habitual de los juzgados isleños. A punto de cumplirse cuatro años de aquella detención de un director general del PP, Celso Perdomo, y de varias personas más tras descubrirse una trama corrupta montada alrededor del negocio de la energía eólica, el caso sigue trayendo cola. El juicio contra todos los implicados del caso Eolo continúa sin celebrarse, y no por la larga instrucción, sino por la batería de recursos que permanentemente han planteado -y siguen planteando- los abogados defensores, que aún confían en anular algunas pruebas practicadas. Mientras llega la vista, dos acontecimientos en una misma semana devuelven el asunto a la primera página de los periódicos.