El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
La caverna culpa al PSOE
La escenificación para anunciar este duro golpe a los ciudadanos españoles fue marca de la casa: una vicepresidenta y otros tres ministros comparecieron ante la prensa ocultando a Mariano Rajoy de los focos y, sobre todo, del debate parlamentario. Porque las medidas que supusieron la inmolación política de Rodríguez Zapatero las expuso el ex presidente ante el Congreso de los Diputados un aciago 10 de mayo que no olvidaremos en la vida. El PP prefiere la comparecencia en rueda de prensa, esta vez con preguntas, pero utilizando un lenguaje específico en el que escamotear la realidad y, de paso, dar posibilidades a la prensa del régimen para echar una mano a la causa. Así, una subida de impuestos absolutamente bestial y contraria a sus propias promesas, la transformó este viernes el Gobierno en “recargo temporal de solidaridad”, y la excusa para las medidas “extraordinarias”, nada menos que la herencia recibida del PSOE, un 8% de déficit que viene provocado en exclusiva por comunidades autónomas y ayuntamientos, mayoritariamente en manos del PP. Y desde hace décadas, como el Ayuntamiento de Madrid o la Comunidad Valenciana, sin ir muy lejos. Así, minutos después de los anuncios, que conmocionaron las redes sociales, se podía leer en la razón “El 8% de déficit obliga al Gobierno...”; o en El Mundo “El déficit se dispara al 8%: el Gobierno sube impuestos...”; o en ABC, algo más sofisticado: “El Gobierno recorta el gasto público en 8.900 millones y sube el IBI y el IRPF”. Todo menos reprochar al PP su radical cambio de criterio, incluso en la aprobación del reglamento de la Ley Sinde. Merecidas distinciones, por tanto, las acordadas para Zapatero (Orden de Isabel la Católica) y sus últimos ministros.
La escenificación para anunciar este duro golpe a los ciudadanos españoles fue marca de la casa: una vicepresidenta y otros tres ministros comparecieron ante la prensa ocultando a Mariano Rajoy de los focos y, sobre todo, del debate parlamentario. Porque las medidas que supusieron la inmolación política de Rodríguez Zapatero las expuso el ex presidente ante el Congreso de los Diputados un aciago 10 de mayo que no olvidaremos en la vida. El PP prefiere la comparecencia en rueda de prensa, esta vez con preguntas, pero utilizando un lenguaje específico en el que escamotear la realidad y, de paso, dar posibilidades a la prensa del régimen para echar una mano a la causa. Así, una subida de impuestos absolutamente bestial y contraria a sus propias promesas, la transformó este viernes el Gobierno en “recargo temporal de solidaridad”, y la excusa para las medidas “extraordinarias”, nada menos que la herencia recibida del PSOE, un 8% de déficit que viene provocado en exclusiva por comunidades autónomas y ayuntamientos, mayoritariamente en manos del PP. Y desde hace décadas, como el Ayuntamiento de Madrid o la Comunidad Valenciana, sin ir muy lejos. Así, minutos después de los anuncios, que conmocionaron las redes sociales, se podía leer en la razón “El 8% de déficit obliga al Gobierno...”; o en El Mundo “El déficit se dispara al 8%: el Gobierno sube impuestos...”; o en ABC, algo más sofisticado: “El Gobierno recorta el gasto público en 8.900 millones y sube el IBI y el IRPF”. Todo menos reprochar al PP su radical cambio de criterio, incluso en la aprobación del reglamento de la Ley Sinde. Merecidas distinciones, por tanto, las acordadas para Zapatero (Orden de Isabel la Católica) y sus últimos ministros.