Cincuenta años después

Pocas veces se puede asistir a la recuperación de una concesión administrativa de importancia, de esas que se consideran emblemáticas. Una de ellas es la que les contamos este jueves en torno al campo de golf de Bandama, un suelo que recuperará el Cabildo si cumple con su obligación cincuenta años después de otorgar la concesión al club de golf que entonces presidía Diego Cambreleng. Se trata de un espacio único, en un espacio natural que no tiene parangón en Canarias, junto a un cráter, el de Bandama, con unas cualidades espectaculares. Pero lo peor que le podía ocurrir a este espacio es que se venza la concesión durante el mandato de un presidente del Cabildo que no cree en la explotación pública de los servicios, que lo vende todo, y lo que no vende, lo privatiza. Así que estén atentos a lo que pueda ocurrir.

Pocas veces se puede asistir a la recuperación de una concesión administrativa de importancia, de esas que se consideran emblemáticas. Una de ellas es la que les contamos este jueves en torno al campo de golf de Bandama, un suelo que recuperará el Cabildo si cumple con su obligación cincuenta años después de otorgar la concesión al club de golf que entonces presidía Diego Cambreleng. Se trata de un espacio único, en un espacio natural que no tiene parangón en Canarias, junto a un cráter, el de Bandama, con unas cualidades espectaculares. Pero lo peor que le podía ocurrir a este espacio es que se venza la concesión durante el mandato de un presidente del Cabildo que no cree en la explotación pública de los servicios, que lo vende todo, y lo que no vende, lo privatiza. Así que estén atentos a lo que pueda ocurrir.