El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Ni cintura, ni generosidad, ni inteligencia
A la alcaldesa le faltaron todos los atributos que deben adornar a un buen gestor de lo público. Ella organizaba, es cierto; ella era la anfitriona, también. Pero el teatro no es el salón-comedor de su casa, ni se le debe a su única acción política que pudiera ser reabierto seis años después de su cierre. Por lo tanto, le faltó cintura para colocar a la ministra de Fomento en un segundo plano institucional sin faltarle el respeto debido. Hubiera bastado con obviar los comentarios sobre la financiación, con rendirle el respeto institucional y personal que se merece, ni un grado más ni un grado menos. Porque, entre otras muchas cosas, Magdalena Álvarez no se presenta a las elecciones y lo que ha conseguido la alcaldesa es empañar su propio nombre, que sí estará en los carteles electorales locales. Pero como dice la sabiduría popular, de donde no hay no se puede sacar.
A la alcaldesa le faltaron todos los atributos que deben adornar a un buen gestor de lo público. Ella organizaba, es cierto; ella era la anfitriona, también. Pero el teatro no es el salón-comedor de su casa, ni se le debe a su única acción política que pudiera ser reabierto seis años después de su cierre. Por lo tanto, le faltó cintura para colocar a la ministra de Fomento en un segundo plano institucional sin faltarle el respeto debido. Hubiera bastado con obviar los comentarios sobre la financiación, con rendirle el respeto institucional y personal que se merece, ni un grado más ni un grado menos. Porque, entre otras muchas cosas, Magdalena Álvarez no se presenta a las elecciones y lo que ha conseguido la alcaldesa es empañar su propio nombre, que sí estará en los carteles electorales locales. Pero como dice la sabiduría popular, de donde no hay no se puede sacar.