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Ciudadanía para la Democracia

Aunque su nombre de pila y sus apellidos no se pronunciaron ni una sola vez en el acto, la figura política -por llamarla de algún modo- de José Manuel Soria, alcalde de la ciudad, fue invocada en numerosos momentos de la velada para calificar el modo de hacer ciudad, de hacer política y de conducirse del primer responsable municipal. No les descubriríamos nada nuevo si relatáramos términos como “dictatorial”, “autoritarismo”, “democracia delegada frente a democracia participada”, etcétera, pronunciados este jueves noche. Por tanto, primer agradecimiento para Soria, responsable indirecto (o no tanto) de que un grupo de personas preocupadas, comprometidas y divulgadoras de opinión, se reunieran para poner la primera piedra para que haya un cambio. De momento la cosa se llama Ciudadanía para la Democracia, quizá para evitar el nombre del partido que da el paraguas a Arcadio Díaz Tejera, porque deben no gustar mucho a la peña los partidos que tienen el atrevimiento de abrirse a la sociedad. “¿Y quién nos garantiza a todos nosotros que cuando seas alcalde no harás lo que te ordene el Partido Socialista?”, vino a preguntar más o menos el penúltimo interviniente. “Siempre he sido un hombre libre”, contestó el candidato a alcalde, “y aquí pienso seguir siéndolo”. No está mal para empezar, y la cosa aparenta tener mucha mecha.

Aunque su nombre de pila y sus apellidos no se pronunciaron ni una sola vez en el acto, la figura política -por llamarla de algún modo- de José Manuel Soria, alcalde de la ciudad, fue invocada en numerosos momentos de la velada para calificar el modo de hacer ciudad, de hacer política y de conducirse del primer responsable municipal. No les descubriríamos nada nuevo si relatáramos términos como “dictatorial”, “autoritarismo”, “democracia delegada frente a democracia participada”, etcétera, pronunciados este jueves noche. Por tanto, primer agradecimiento para Soria, responsable indirecto (o no tanto) de que un grupo de personas preocupadas, comprometidas y divulgadoras de opinión, se reunieran para poner la primera piedra para que haya un cambio. De momento la cosa se llama Ciudadanía para la Democracia, quizá para evitar el nombre del partido que da el paraguas a Arcadio Díaz Tejera, porque deben no gustar mucho a la peña los partidos que tienen el atrevimiento de abrirse a la sociedad. “¿Y quién nos garantiza a todos nosotros que cuando seas alcalde no harás lo que te ordene el Partido Socialista?”, vino a preguntar más o menos el penúltimo interviniente. “Siempre he sido un hombre libre”, contestó el candidato a alcalde, “y aquí pienso seguir siéndolo”. No está mal para empezar, y la cosa aparenta tener mucha mecha.