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El consejo decidió recurrir ante la Consejería

Ante la estupefacción de La Caja, el Consejo de Administración estudió la resolución de la Consejería de Economía y Hacienda y decidió, con los votos favorables de todo el órgano excepto el de Pepa Luzardo, recurrir en alzada esa decisión, en la que seguro ha tenido algo que ver José Manuel Soria. Pero apareció en escena Luis Larry Álvarez, presidente de la Comisión de Control de la entidad, puesto allí tras los pactos que hicieron presidente de La Caja a Juan Manuel Suárez del Toro. Tras una acalorada sesión, Álvarez impuso los criterios de su jefe de partido y, en una votación muy apretada, se decidió no autorizar el crédito a José Francisco Henríquez alegando que una empresa de la que es socio tiene vencido un crédito no satisfecho desde octubre pasado. La excusa está traída por los pelos, porque si bien es cierto que esa sociedad tiene viva esa operación, es igualmente cierto que la empresa trata de renovarla desde el pasado mes de julio, sin que la entidad se haya pronunciado hasta el momento. Ante el cariz de los acontecimientos, o lo renueva o lo pasa a provisiones. Y renovarlo ante la mirada inquisidora de Soria, parece misión imposible.

Ante la estupefacción de La Caja, el Consejo de Administración estudió la resolución de la Consejería de Economía y Hacienda y decidió, con los votos favorables de todo el órgano excepto el de Pepa Luzardo, recurrir en alzada esa decisión, en la que seguro ha tenido algo que ver José Manuel Soria. Pero apareció en escena Luis Larry Álvarez, presidente de la Comisión de Control de la entidad, puesto allí tras los pactos que hicieron presidente de La Caja a Juan Manuel Suárez del Toro. Tras una acalorada sesión, Álvarez impuso los criterios de su jefe de partido y, en una votación muy apretada, se decidió no autorizar el crédito a José Francisco Henríquez alegando que una empresa de la que es socio tiene vencido un crédito no satisfecho desde octubre pasado. La excusa está traída por los pelos, porque si bien es cierto que esa sociedad tiene viva esa operación, es igualmente cierto que la empresa trata de renovarla desde el pasado mes de julio, sin que la entidad se haya pronunciado hasta el momento. Ante el cariz de los acontecimientos, o lo renueva o lo pasa a provisiones. Y renovarlo ante la mirada inquisidora de Soria, parece misión imposible.