El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Contaminación conocida, pero siempre acallada
La contaminación “familiar” y sobre todo “social” que aduce la magistrada Bellini en su escrito ante el TSJC es la conocida por todo el mundo. Tan conocida como acallada, admitida con resignación, e incluso consentida donde no se debe consentir. Es inevitable, claro está, que los jueces y magistrados, los fiscales, los secretarios judiciales, los forenses y los funcionarios se desenvuelvan en esta sociedad con absoluta libertad para relacionarse con quienes deseen, pero a medida que determinados órganos judiciales elevan su especialidad y llegan a conocer solamente de los aforados, la contaminación se convierte en colosal. Y no solamente porque haya magistrados elegidos por los propios aforados -que ésa es de armas tomar- sino porque en esos niveles de las relaciones sociales los tratos son cotidianos, fluidos, inevitables y más que evidentes. Porque es evidente que personajes como los que estos días nos ocupan (y ocupan al TSJC) emiten todo tipo de contaminación que resulta nociva en estos ámbitos de la Judicatura.
La contaminación “familiar” y sobre todo “social” que aduce la magistrada Bellini en su escrito ante el TSJC es la conocida por todo el mundo. Tan conocida como acallada, admitida con resignación, e incluso consentida donde no se debe consentir. Es inevitable, claro está, que los jueces y magistrados, los fiscales, los secretarios judiciales, los forenses y los funcionarios se desenvuelvan en esta sociedad con absoluta libertad para relacionarse con quienes deseen, pero a medida que determinados órganos judiciales elevan su especialidad y llegan a conocer solamente de los aforados, la contaminación se convierte en colosal. Y no solamente porque haya magistrados elegidos por los propios aforados -que ésa es de armas tomar- sino porque en esos niveles de las relaciones sociales los tratos son cotidianos, fluidos, inevitables y más que evidentes. Porque es evidente que personajes como los que estos días nos ocupan (y ocupan al TSJC) emiten todo tipo de contaminación que resulta nociva en estos ámbitos de la Judicatura.