El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Y, a continuación, Miguel Jorge Blanco
Pero entre la comparecencia de Honorato López en el Parlamento y la de Luis Soria en el juzgado, sus señorías los diputados tendrán la ocasión de escuchar la versión que ofrezca un hombra callado y leal a los suyos, pero con una trayectoria de honradez hasta ahora intachable. Se llama Miguel Jorge Blanco y comparecerá en la comisión eólica el día 6. El vicepresidente del Cabildo conoce a la perfección una parte de la trama de Megaturbinas de Arinaga, empresa pública de la que era presidente en el momento en que alguien de las alturas ordenó que se desactivara para dar la posibilidad a Promotora de Recursos Eólicos de quedarse con el pastel entero en el Muelle de Arinaga. Miguel Jorge Blanco tendrá la ocasión de explicar este viernes quién le llamó por teléfono durante aquel tormentoso consejo de administración de Megaturbinas del que salió uno de los más vergonzosos intentos de pelotazos conocidos por estos lares. Y miren que hay unos cuantos. Por si les corroe la curiosidad, les recordamos que quien le llamó se llama Larry. Que es el que llama siempre en los momentos más comprometedores.
Pero entre la comparecencia de Honorato López en el Parlamento y la de Luis Soria en el juzgado, sus señorías los diputados tendrán la ocasión de escuchar la versión que ofrezca un hombra callado y leal a los suyos, pero con una trayectoria de honradez hasta ahora intachable. Se llama Miguel Jorge Blanco y comparecerá en la comisión eólica el día 6. El vicepresidente del Cabildo conoce a la perfección una parte de la trama de Megaturbinas de Arinaga, empresa pública de la que era presidente en el momento en que alguien de las alturas ordenó que se desactivara para dar la posibilidad a Promotora de Recursos Eólicos de quedarse con el pastel entero en el Muelle de Arinaga. Miguel Jorge Blanco tendrá la ocasión de explicar este viernes quién le llamó por teléfono durante aquel tormentoso consejo de administración de Megaturbinas del que salió uno de los más vergonzosos intentos de pelotazos conocidos por estos lares. Y miren que hay unos cuantos. Por si les corroe la curiosidad, les recordamos que quien le llamó se llama Larry. Que es el que llama siempre en los momentos más comprometedores.