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Opinión - Salvar el Mediterráneo y a sus gentes. Por Neus Tomàs

Para convenios con Cabo Verde y Cuba

Hace unos días, en un programa de la Barrilete Broadcasting Radio, y en exclusiva mundial, Paco Batllori se despachaba a gusto tras su puesta en libertad. Además de un par de “me cago en la madre que los parió” que lanzó sin rumbo preciso, el ex consejero de Empleo y ex viceconsejero de Justicia proclamó su inocencia plena, acusó a la prensa de haberlo linchado y se quejó amargamente del estado deplorable de los calabozos del cuartel de la Guardia Civil de Teguise, donde “hasta había mocos pegados en las paredes”, enfatizó. Pero, a lo que íbamos, en el minuto 21 de su entrevista, Batllori afirmó con rotundidad que había sido “asesor de la viceconsejera de Justicia hasta hace dos meses o tres meses [después de lo cual] me han destinado a una plaza en la Dirección General del Libro”. Ante la insistencia del presentador, Batllori insistió en que era asesor de Carolina Déniz, la viceconsejera, actuando “como puente entre la Viceconsejería y la Cámara de Comercio” para asuntos de arbitraje y para la preparación de “convenios con Cabo Verde y Cuba”. Ni una palabra dijo de las razones oficiales esgrimidas en el comunicado del Gobierno: “Desempeñó funciones de técnico, vinculadas a la puesta en marcha del Centro Atlántico Judicial, en el que participan además del Gobierno de Canarias el Consejo General del Poder Judicial”.

Hace unos días, en un programa de la Barrilete Broadcasting Radio, y en exclusiva mundial, Paco Batllori se despachaba a gusto tras su puesta en libertad. Además de un par de “me cago en la madre que los parió” que lanzó sin rumbo preciso, el ex consejero de Empleo y ex viceconsejero de Justicia proclamó su inocencia plena, acusó a la prensa de haberlo linchado y se quejó amargamente del estado deplorable de los calabozos del cuartel de la Guardia Civil de Teguise, donde “hasta había mocos pegados en las paredes”, enfatizó. Pero, a lo que íbamos, en el minuto 21 de su entrevista, Batllori afirmó con rotundidad que había sido “asesor de la viceconsejera de Justicia hasta hace dos meses o tres meses [después de lo cual] me han destinado a una plaza en la Dirección General del Libro”. Ante la insistencia del presentador, Batllori insistió en que era asesor de Carolina Déniz, la viceconsejera, actuando “como puente entre la Viceconsejería y la Cámara de Comercio” para asuntos de arbitraje y para la preparación de “convenios con Cabo Verde y Cuba”. Ni una palabra dijo de las razones oficiales esgrimidas en el comunicado del Gobierno: “Desempeñó funciones de técnico, vinculadas a la puesta en marcha del Centro Atlántico Judicial, en el que participan además del Gobierno de Canarias el Consejo General del Poder Judicial”.